La situación de Muface sigue en boca de muchos. Los funcionarios miran con cierta preocupación en qué quedará finalmente el acuerdo que determinará el futuro de esta mutua. No son los únicos. Los sanitarios también sienten cierto recelo. El Sindicato Médico de Ceuta se pronuncia respecto a esta cuestión y afirma que, de no llegar a buen puerto, sería un golpe para la sanidad pública.
“En el caso de Ceuta y Melilla esto tendría un impacto brutal porque la proporción de funcionarios es muy alta”. Es la conclusión de Enrique Roviralta, presidente de la entidad.
La consecuencia más inmediata se daría en las listas de espera en consulta y cirugía
Esta cobertura sanitaria, de quedar paralizada, supondría un traslado “forzoso” de todos los afiliados a ella. A ello se suma el obstáculo de unos “recursos limitados” en la ciudad en este sentido por lo que, afrontar esta cifra, no sería tan sencillo, según indica.
Son, en concreto, 4.189 personas las que tendrían que ser atendidas en centros de salud y en el HUCE. Este cambio sería “inmediato” y el impacto más directo se lo llevarían las listas de espera tanto en consultas como en quirófanos.
Más demora
El fin de este sistema conllevaría, por tanto, a un aumento en la espera actual en la ciudad. Ante este posible escenario la medida adecuada sería, según el facultativo, contratar a más personal para hacer frente al incremento de usuarios. “Automáticamente repercutiría en la demora”, cuenta.
Cada médico en atención primaria tendría un mayor número de personas a las que dar servicio lo que a su vez derivaría en más días para acceder a la prestación sanitaria. Actualmente el traslado a la pública es voluntario, pero, de cerrarse la mutua, dejaría de serlo.
Ante esta circunstancia, desde la entidad se pediría nuevas incorporaciones en la plantilla. “Es algo que estamos pidiendo actualmente y no se da. Las consecuencias serían para el paciente”, explica. No es el único factor que no juega a favor de producirse el fin de Muface.
“Negar la mayor”
“Hay que tener en cuenta lo que venimos denunciando”, especifica. Roviralta estima que contrariar “el colapso de la sanidad” es “negar la mayor”.
El presidente de la organización incide, sobre todo, en lo que supondría para las listas de espera. No es la primera vez que los sanitarios miran de reojo las negociaciones en torno a la mutua o que han temido que algo similar pueda materializarse. “Es cierto que hasta el momento siempre ha habido lo mismo. Recuerdo que en otras ocasiones se hablaba de la viabilidad del sistema con esta financiación”, expone. “Al final llegaban a acuerdos”, expresa.
Roviralta comparte sus reflexiones desde su perspectiva. Considera que el Gobierno solo reaccionará si los funcionarios y los sindicatos que los representan reclaman una solución.
La respuesta está, a su juicio, en la acción por parte de este sector profesional y que, de lo contrario, el pacto que perpetúe la viabilidad de la mutua podría no llegar a hacerse realidad.
Enero y la decisión final ante la incertidumbre
Enero será el mes en el que se dará la decisión final. Si no se da pie a un acuerdo, el Estado tendría que encargarse de abonar cien millones de euros a las aseguradoras por los servicios durante este mes.
Esta es, al menos, medida para paliar la falta de negociación que contemplan las cláusulas del contrato firmado a finales de 2021. Recientemente algunos estudios apuntaban a un posible colapso del mutualismo. Las compañías a cargo de Muface, son SegurCaixa, Adeslas, Asissa y DKV, ya advertían desde hace tiempo en abandonar este modelo si desde la Administración no se asumía un aumento de la financiación.
Lo que no tiene sentido es que el trabajador público tenga acceso gratuito a la sanidad privada y el trabajador privado y el autónomo se la tengan que pagar. Y si tan mal servicio da la privada, la solución es fácil porque se puede elegir libremente que el servicio se lo preste a uno la Seguridad Social. Vamos, que si quieres privada, te la pagas. Es más, me la juego a que, si no hay acuerdo y todos esos funcionarios pasan a la pública, aumenta la inversión y los recursos como por arte de magia, que para eso están los impuestos y no para pagar privilegios.
Autónomo! Usted no tiene ni idea! De lo que dice! Pues claro que los funcionarios pagan su médico, como lo pagan los de Seguridad Social!
El que no tiene ni idea es usted, o le falta comprensión lectora, una de dos. Por supuesto que pagan su médico, solo faltaría. El privilegio está en recibir una atención privada en lugar de publica como otros colectivos. Y si no fuera un privilegio, no habría debate, no cree?. Todos a la Seguridad Social, que son trabajadores PÚBLICOS y, naturalmente, que se doten recursos para su atención en lugar de generar perdidas a compañías privadas.
Desde luego, si se llega a un acuerdo, habría que firmar una cláusula en la que los residentes en Ceuta y Melilla, al menos, tuviéramos una atención en condiciones porque en demasiadas cuestiones somos asegurados de segunda, muchos servicios y atención hospitalaria han de realizarse en la Península y el servicio de urgencias de las compañías deja mucho que desear; la atención paliativa es nula y el servicio de enfermería y atención a domicilio de lis pacientes desahuciados es mínimo. Qué pena de nuestra SS que podría ser increíble si se destinasen los recursos necesarios y cubriese a todos los asegurados sin mediar compañías privadas para las que somos simples números
Según datos de Muface, tienen actualmente 4.700 mutualistas en Ceuta, a los que habría que sumarles los familiares de los mismos, que tienen derecho a esta sanidad, mas los afiliados y familias de MUGEJU y de ISFAS, pues a calcular, Si la Sanidad Pública no puede con los afiliados que actualmente tiene , con estos nuevos afiliados, caos total. Esto es otra de las ideas y empecinamiento de la Sra.de Sumar.
Este señor callado estaría mejor. El que desea el mal de su vecino...