Miles de marroquíes se manifestaron este domingo en la capital marroquí, Rabat, para exigir el fin de los ataques de Israel en la Franja de Gaza y en el Líbano, y pedir la ruptura de los lazos diplomáticos de su país con el Estado hebreo.
Asimismo, los manifestantes condenaron el asesinato del líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hassan Nasrallah, el pasado 27 de septiembre en un bombardeo israelí contra su cuartel en Beirut, y expresaron su apoyo a esta organización y a los movimientos armados palestinos en su lucha contra Israel.
"Decid a los traficantes de la normalización: Palestina no es para vender", "No hay rendición, no hay paz hasta la liberación de Palestina" o "Nasrallah ha dejado un testimonio: no hay rendición" fueron algunos de los lemas coreados por los manifestantes durante esta marcha.
La manifestación fue convocada por el Grupo de Acción por Palestina, con la participación de varias organizaciones islamistas, izquierdistas y sindicales como el partido opositor Justicia y Desarrollo (PJD), el movimiento islamista Justicia y Caridad y el partido comunista Vía Democrática, entre otros.
La marcha, en la que participaron también manifestantes que llegaron de otras ciudades, comenzó en la histórica plaza de Bab Lhad, atravesando las avenidas de Hassan II y de Mohamed V hasta llegar a la sede del Parlamento en el centro de Rabat.
Los participantes levantaron banderas del Líbano y de Palestina, y pancartas que expresaban su apoyo a las organizaciones armadas palestinas y libanesas, condenaban los ataques israelíes en Gaza y el Líbano y exigían la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel.
Desde octubre, decenas de manifestaciones y sentadas de protesta
Desde que comenzaron en octubre pasado los ataques israelíes contra Gaza, gobernada por el grupo islamista Hamás, se han organizado decenas de manifestaciones y sentadas de protesta en varias ciudades de Marruecos para manifestar el apoyo a los palestinos.
Israel y Marruecos restablecieron lazos diplomáticos en diciembre de 2020, en un acuerdo a tres bandas por el que el entonces presidente estadounidense Donald Trump reconoció a cambio la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental.
Tras el ataque del brazo armado de Hamás el 7 de septiembre, que causó más de 1.200 muertos y 250 secuestrados, Israel declaró el estado de guerra y lanzó una ofensiva militar por tierra, mar y aire contra el enclave palestino que ha causado hasta el momento decenas de miles de muertos y heridos.
Asimismo, hace más de diez días, Israel lanzó una intensa campaña de bombardeos contra los bastiones de Hizbulá en el Líbano, especialmente en el sur, el valle de la Becá (este) y Beirut.
Desde que comenzó este repunte de las hostilidades, más de 2.000 libaneses han muerto y 1,2 millones se han visto obligados a desplazarse por los bombardeos israelíes.