Afortunadamente todavía hay pueblos que saben honrar a sus hijos héroes olvidados desde hace tiempo. Estaban en el olvido, pero existen personas que a través de su cargo saben honrar a sus hijos que en un lejano día murieron en el cumplimiento del deber, sin pedir nada a cambio solo con esa satisfacción de morir por la Patria y como escribió un célebre intelectual: “el heroísmo no tiene su valor solo cuando es ignorado o no hay testigos para aplaudirle”, Charles Garnier. Este héroe fue Joaquín Fandos Martínez, del Regimiento de Transmisiones nº 22 de guarnición en Prado del Rey (Madrid).
El dolor de una madre
Asunción Martínez Ramos vivía en Burriana (Castellón), con su esposo y su hijo Joaquín Fandos Martínez. Cierto día de julio de 1936, cuando su hijo Joaquín tenía apenas un años de edad, estalló la contienda de 1936 y Burriana cayó en manos del Frente Popular. Una mañana, un grupo de individuos de las hordas marxistas apresaron a su esposo y tras la búsqueda apareció en el campo asesinado por dichas bandas.
Hay que ponerse en el lugar de aquella madre que quedó viuda y con su hijo Joaquín de apenas un año. Un dolor que se borra de la mente pero que siempre permanece en el corazón.
Gran mérito de aquella gran mujer que jamás mostró rencor ni menos odio hacia quienes le arrebataron la vida de su esposo, y con el agravante de salir adelante con mucho sacrificio pero sus sentimientos cristianos le llevarían aquella cita: “perdonad pero no olvidéis”.
Aquel hogar lleno de sufrimiento pudo salir adelante y sacar a su hijo Joaquín adelante. Es cierto que los que se forjan en las labores del campo adquieren unos valores que no se enseñan en ninguna universidad. Esa dureza del campo les adquiere esos valores de oficio, honradez y mucha generosidad. Y así como aquel joven Joaquín fue forjándose día a día en ayudar a su querida madre, y aunque esta le contó la ausencia de su padre, zJoaquín jamás mostro signo de rencor. Yo creo que estos hechos desgraciados los expuso con claridad el que fue presidente de la República en su exilio antes de morir: “paz, piedad y perdón”.
Esta madre con mayúsculas tuvo el honroso hecho de que con motivo de la despedida del regimiento de Infantería Tetuán 14, en Castellón en la Jura de Bandera que se celebró en el acuartelamiento, juró bandera junto con varios centenares de hombres y mujeres. Cuentan los testigos que cuando Asunción Martínez depositó su beso ante la sagrada enseña, los cientos de asistentes prorrumpieron en aplausos junto con muchas lágrimas.
El héroe de Telata tiene su nombre en Burriana
En el año 1956 en el sorteo del reemplazo en la Caja de Reclutas de Castellón, a Joaquín Fandos Martínez le correspondió el destino en el regimiento de la Red Permanente y Servicio Especiales de Transmisiones, hoy regimiento de Transmisiones nº 21.
Una vez juró bandera, fue destinado a Sidi Ifni y de aquí con otro compañero al puesto de Telata para cubrir las transmisiones en fonía y grafía. El puesto de Telata estaba a varios kilómetros de la ciudad de Sidi Ifni y la guarnición la componían tiradores de Ifni una compañía y un destacamento de Policía.
El 23 de noviembre de 1957 en horas de madrugada las Bandas Rebeldes inician diversos ataques, haciendo que la guarnición hiciese frente durante día y noche, lo que llevaba a que los soldados estuviesen repeliendo los ataques durante horas y horas sin descanso. Joaquín Fandos Martínez, que descansaba de las horas de guardia en la emisora, viendo a sus compañeros que apenas descansaban, le dijo al que estaba haciendo fuego con su fusil que se retirara a descansar, que él cubría su puesto. Apenas empuñó el fusil para repeler los ataques, un disparo le causó la muerte.
Cuando fue liberado el puesto por tiradores de Ifni y paracaidistas, llegó el cadáver de Joaquín Fandos Martines al cementerio de Sidi Ifni. Entre varios compañeros estaba su paisano, también soldado, Vicente Félix Monfort, al ver el cadáver de su compañero y amigo dijo: “el soldado Joaquín Fandos Martínez no ha muerto en acción de guerra, ha muerto un héroe”.
Años después, en 1969, al evacuar el territorio y exhumar los restos de los caídos, el cadáver de Joaquín Fandos Martínez fue evacuado por vía aérea a Valencia. En dicho aeropuerto un teniente coronel y un teniente de dicho regimiento recibieron los restos junto con su madre para posteriormente trasladarlo al cementerio de Burriana (Castellón).
Hace varios años yo personalmente solicité por escrito vía oficial al general-jefe de la brigada de Transmisiones en Bétera (Valencia) que se honrase su memoria en el acuartelamiento donde el pertenecía. Me contestó que no podía ser puesto que en su regimiento en Pozuelo de Alarcón un edificio llevaba su nombre y anualmente se convoca un premio con su nombre.
En un gesto que le honra, el entones general-Jefe de dicha brigada se trasladó a Burriana, y tras entrevistarse con el alcalde, dicha autoridad le informó a Vicente Ripoll que, por acuerdo unánime de la corporación se había acordado honrar a su hijo héroe con una calle con el título: “Calle Soldado Joaquín Fandos Martínez”. En dicho acto estuvo presente el alcalde de Burriana con la corporación, la fallera mayor y su corte de honor y el general Vicente Ripoll, jefe de la Brigada de Transmisiones y el teniente coronel jefe de Prensa.