Manuel González ‘Lolo’ es un alpinista de 46 años que fue noticia la pasada primavera al tener un accidente y quedarse 14 horas a más de ocho mil metros de altura en el Lhotse (8.516 metros-Nepal) tras hacer cumbre con gente del prestigio como Oiarzabal o Garra. Fue rescatado por dos alpinistas argentino, Matoko Erroz y Damián Benegas. Ayer contó su experiencia en las tercera jornadas de difusión del Montañismo que organizan la Federación de Ceuta de este deporte y el Club Anyera.
Nació en San Pedro de Alcántara y su trabajo durante años estuvo dedicado al trabajo vertical -realizó limpiezas en el foso recuerda-, aunque actualmente representa -en medio mundo- a una empresa que se dedica a realizar expediciones al Nepal.
–¿Que ha querido mostrar usted en el documental que se ha podido ver en estas jornadas?
–En este documental se cuenta como fue la expedición que logramos hacer cumbre la pasada primavera. En ella tuve un accidente y estuve más de 14 horas a más de ochomil metros de altura sólo. Perdí la conciencia, pero logre salvar la vida tras el rescate de dos alpinistas argentinos. Esta es la segunda ocasión que realizamos esta proyección y siempre solicitamos una aportación voluntaria para Médicos Sin Frontera.
–¿Tuvo tiempo de pensar en algo?
–Debido al frío y a la altura perdí la conciencia hasta que llegaron los dos alpinistas argentinos. Nadie pensaba que iba a estar vivo cuando llegaron. Una vez me rescataron si ví que había superado una situación complicada, antes no pude. Cuando llegaron a rescatarme y me despertaron tuve una reacción de sorpresa, pues no sabía que estaba pasando. Luego ya fui reaccionando y pude comprobar que la situación era bastante complicada. Tuve fuerzas para ayudar a mis compañeros a salir de allí y en camilla me bajaron hasta unos 6.000 metros de altura. Desde allí me bajaron en helicóptero hasta Katmandu.
–¿Volverá a intentar subir un ochomil?
–Ahora mismo no se como voy a responder sicológicamente cuando esté a esta altura, aunque el cuerpo me pide volver a intentarlo. En la próxima primavera volverá a Nepal para ascender a un 6.000 metros de altura. Que quede claro que tarde o temprano lo volveré a intentar, cuando mi cuerpo vuelva a estar preparado. No hay que olvidar que tras vivir aquella situación se me amputaron varias partes de mi pie izquierdo y ahora hay que tener cuidado de exponerme a altas temperaturas. Volveré seguro a subir otro ochomil.
–¿Qué provoca que una persona como usted se exponga a estas situaciones de riesgo y ascienda montañas tan altas?
–Nos gusta mucho la montaña, eso está claro. La naturaleza y está en contacto con este medio. Luego hay otros atractivos como son los viajes, conocer otros paises, otras culturas y convivir con ciudadanos de estos paises. La verdad es que es un mundo apasionante en todos los aspectos, aunque tenga su riesgo.
–¿Cuantos ochomil ha ascendido usted?
–Actualmente he superado cuatro veces los ocho mil metros, lo cierto es que siempre fueron montañas que tenían un atractivo personal. Si tuviese que elegir una me quedaría con la ascensión al Everest, pues es la montaña más alta del mundo y tiene muchos atractivos, pese a su dificultad.El primero lo intenté a los veintidós años, pero me quedé a unos 6.000 metros, aunque otros compañeros de expedición si lo lograron. Ya con 28 años si logré ascender a mi primero ocho mil y posteriormente lo he logrado en otras tres ocasiones.