Paco Benítez, además de fabricar su propio combustible, ha dedicado gran parte de su tiempo a reparar máquinas antiguas y hacerlas funcionales así como crear una colección de objetos antiguos en Ceuta.
Benítez invitó a FaroTv a su pequeña guarida donde esconde todas estas reliquias del pasado. El recorrido comenzó con la muestra de un torno que fue ofrecido a Paco como regalo de un capitán General para salvarlo de su destino final en la chatarrería.
“Yo le dije que quería reconstruirlo y el capitán decidió dármelo. Lo montaron en un camión grande y me lo trajeron aquí. Aquí hago las piezas para todas la máquinas que fabrico”, transmite este manitas.
En segunda instancia nos mostró un máquina de corte que supuso a Benítez ocho meses de trabajo. “Los torneros necesitamos cortar cosas pequeñas. Esta la hice en miniatura, le metí cadenas, piñones, guías de una máquina de cortar losetas, lleva el amortiguador de una lavadora...”.
La ventaja de las creaciones de Paco es que “si se va la luz yo puedo seguir cortando porque lleva un motor de 24 voltios con batería”.
“Esto es una máquina que tiene 120 o 130 años. La compré en Marruecos, en Tetuán, era de fábrica pero le faltaba una pieza y el motor, igualmente la compré por 50 euros, aunque en principio me la querían vender por 100 euros”, narra Benítez sobre la máquina de corte con segueta.
Esta máquina funciona perfectamente. “Le puedo meter vigas de los trenes y poquito a poco va cortando. Tiene un depósito de mercurio líquido de 5kg que hace de peso para el corte”, añade sobre esta auténtica reliquias.
Paco Benítez tiene una gran colección de radios antiguas que, por supuesto, también repara. “Poco a poco fui aprendiendo a arreglarlas. Tienen unas lámparas que ahora vienen en “made in china” y se ponen junto a los condensadores, resistencias y demás, de esta forma se pueden restaurar radios de 80, 90 y 100 años” explica.
Y no solo eso, su colección va mucho más allá. “Tengo una vitrina antigua de los médicos en la que guardo objetos del antiguo Hospital Militar que iban a tirar para chatarra”, cuenta.
Estos objetos “venían en blanco y yo los pinté en color verde militar”, insta Benítez.
“También metí objetos de técnicos como el ohmímetro alemán, americano e ingles, así como antiguas emisoras como la Globephone o la sommerkamp; tengo amperímetros, medidores de estacionarias de emisoras, walkie talkie…”, relata este coleccionista de historia.
Benítez enseñó a FaroTv unos prismáticos “de la época de Hitler”, que se le han resistido en su reparación, “para que funcionen hay que llevarlos muy lejos para restaurarlos”.
Como vemos, el ceutí Paco Benítez es una auténtica caja de sorpresas. Al igual que fabrica su propio combustible, también se encarga de reparar máquinas antiguas y darles uso.
Aquellos que tienen la suerte de conocerlo, también pueden acceder a su guarida para disfrutar del auténtico museo que guarda para su disfrute.
Este hombre ya conocido por sus dotes de creador, también muestra su pasión por el coleccionismo y la mecánica.
Es increíble como Benítez es capaz de hacerse con los medios necesarios para desarrollar las labores de mecánica que tanto le gustan a través sus propias manos e ingeniosidad
Recordemos que Benítez no tiene recursos para hacerse con las máquinas actuales y es por ello que la necesidad lo ha guiado por el camino de la creación.
Benítez nos enseña que cuando la necesidad es real, el ser humano es capaz de crear grandes cosas y conseguir todo aquello que se proponga.
Este ceutí consiguió crear gran expectación entre todos los ceutíes gracias a sus dotes para la creación de su propio combustible.
Lo que no sabía todo su público es que Paco va mucho más allá y que no solo se dedica a crear, también a encontrar funcionalidad en objetos que muchos dan por muertos, obsoletos o ni siquiera conocen.
Y, aunque estas máquinas no sean electrónicas, le sirven a Paco Benítez para toda labor que se proponga.