Su partida fue inesperada. Dejó un gran vacío en su casa. Sus padres, acostumbrados a su energía arrolladora, se hacen al silencio como pueden un año después de ese aciago día. José Miguel Antúnez se fue del mundo no sin antes pisar fuerte y marcar huella en él. Policía local, sindicalista y deportista, su presencia era bien recibida y conocida por los caballas. Su hermano Daniel aún lo recuerda cada vez que visita la montaña o va a correr. Ahora la ciudad quiere reconocerlo a él y a toda su vida dedicada a Ceuta con una Medalla de la Autonomía.
¿Qué significa para la familia este reconocimiento?
Es un honor muy grande. Se le reconoce una vida dedicada a nuestra ciudad en diversos ámbitos, no única y exclusivamente al deportivo en el que solo algunos lo conocen. Está el sindical, en el que él era una pieza muy importante de su sindicato, UGT, la Unión General de Trabajadores.
¿Le hubiera hecho ilusión recibir la medalla?
Por supuesto. Él era una persona que llevaba por bandera la ciudad de Ceuta y ser reconocido por ella, evidentemente le hubiera gustado muchísimo.
Precisamente le iba a preguntar si él tenía mucho arraigo a la tierra.
Él sí. Nosotros, sin ser de Ceuta, porque los dos nacimos en Palma de Mallorca, tanto él como yo, amábamos nuestra ciudad. Nos sentíamos caballas. Llegamos aquí cuando éramos muy pequeños y es lo único que habíamos conocido realmente. A él se le llenaba la boca cada vez que hablaba de Ceuta.
Hablando de hitos. ¿Cuál era el logro que más le enorgullecía?
¿En qué campo? Porque a nivel deportivo fue cuarto del mundo de Duatlón en Gijón, por equipos había ganado los 101, él mantenía, de hecho, su equipo todavía lo hace, el récord de la prueba de los 101. A nivel sindical, ¿quién no lo conocía aquí?
Él era un sindicalista de ideales muy fijos que luchaba por los derechos de todos sus compañeros. Siempre estaba metido en estos temas, o sea, en qué hito, de qué campo, podríamos elegir...
"Cuando estamos en casa pensamos que en algún momento va a sonar el timbre y va a entrar. Es inexplicable"
Ese espíritu activista y sindicalista, ¿lo heredó de algún familiar o fue algo que fluyó de forma natural?
Es curioso porque nuestros padres ninguno de los dos ha estado relacionado nunca con sindicatos y tanto él como yo lo hemos estado siempre. Hemos estado muy relacionados con el movimiento sindical. Él en un sindicato, que era UGT; yo en Comisiones Obreras. Siempre hemos estado los dos muy unidos al tema sindical y a lo que es la lucha por los derechos de nuestros compañeros.
¿Qué cree que aportó él a los suyos?
Muchísimo. Ya no es que esté dicho por nosotros, porque evidentemente, como familiares, tiramos de él. Más bien, posteriormente a su marcha, ha habido compañeros que nos han parado por la calle para agradecernos lo que él hizo. Desconocidos que se han acercado a mis padres o a mí y que nos han comentado, ‘oye tú eres el hermano o los padres’ y nos han dicho que nos dan las gracias ‘porque no se las puedo dar a él’ o que les gustaría transmitirnos a nosotros lo que él hizo porque en un momento muy complicado de su vida laboral él estuvo ahí constantemente, él ayudó, le sacó de este problema...
Mucha gente lo conoce de puertas para afuera, pero ¿cómo era en casa, en la intimidad, cómo lo recuerda?
Él llegaba y no tocaba una vez al timbre. Él lo hacía 6 o 7 veces. Se le notaba porque se metía con todo el mundo, pasaba por tu lado, y quizá, a lo mejor, te daba un tirón de orejas. Te decía algún mote o lo que sea. Él era un torbellino. Ha dejado un gran hueco porque él se hacía notar. Además, era una persona muy peculiar y aún siéndolo, él siempre estaba ahí cuando mis padres o sus hijos lo necesitaban en cualquier momento; a cualquier hora.
¿Ya de niño era así?
Sí. Él de pequeño organizaba a los niños de la calle. Todos estaban arremolinados alrededor. Cuando era adolescente lo buscaban y querían jugar con él. Vamos, de hecho, hace poco, unos que se habían criado con nosotros, que los conocemos de toda la vida, me lo decían. Comentaban que gracias a mi hermano se habían vuelto a reunir para quedar para charlar de las anécdotas que habían vivido, que era una pena reunirse por ese motivo y que lo recuerdan con mucho cariño. Él desde muy pequeño ha sido una persona que ha tirado de toda la gente que tenía alrededor suya.
"Él siempre estaba ahí cuando mis padres o sus hijos lo necesitaban en cualquier momento; a cualquier hora"
¿Alguna anécdota que recuerde con cariño de su infancia con su hermano?
Nosotros nos hemos criado en una casa muy reducida. Dormíamos juntos, compartíamos habitación. No puede haber una anécdota; hay miles. Desde que odiaba que me tirara de la oreja o, como he salido muchos años en carnavales, a veces él se reía de mí y se metía conmigo por ese tema. Me decía ‘tú que haces ahí con lo malaje que tú eres’. Creo que no hay una anécdota única y exclusiva. No te podría contar una. Tendría que estar aquí horas hablando.
¿Cómo fue ese triste día en el que os llegó la mala noticia?
No fue una noticia porque nosotros lo vivimos con él. Fue día muy duro y que nos ha marcado a toda la familia porque nos pilló allí. Fue un momento muy triste y muy duro.
¿Cree que ese dolor en algún momento se sobrelleva?
No, creo que no. El dolor puede pasar, porque evidentemente, quieras o no, supongo que cuando pasen 10 años o tal, a lo mejor no será tan intenso, pero olvidarnos de ese día, no. No vamos a poder hacerlo. Ha marcado a toda mi familia. No era el momento. No tenía una enfermedad. Es lo que siempre traslado a la gente que habla del tema. No era su día, no tenía una afección. Lo que siempre les digo es que, si hubiera tenido una dolencia, como un cáncer o algo del estilo, pues uno se va preparando. Sin embargo, un día antes estábamos hablando.
El fin de semana previo estábamos comentando a ver si él podría volver a competir otra vez porque su médico le había dicho que sí, que estuviera un mes andando y que ya podría empezar a trabajar con la bicicleta. Los dos somos deportistas, competimos en largas distancias y él dijo que se quería preparar esta carrera en bicicleta y que, seguramente, para el año que viene iba a ir. Y un martes te fallece. Es inexplicable.
¿Cómo reaccionaron las personas de su entorno?
Había amigos en común que me llamaron. ‘Oye, que me he enterado de esto. Esto no puede ser, pero ¿cómo va ser? Si yo ayer lo vi, esto tiene que ser una broma; alguien que se ha equivocado’. Es inexplicable. Sobre todo, porque él era una persona muy fuerte, físicamente lo era mucho. Hablo de una persona que a nivel físico había hecho dos veces un ranking décimo de los 101, que era un portento y de la noche a la mañana fallece. No lo podemos entender.
Ha pasado ya casi un año. Cuando estamos en casa de mis padres todavía pensamos que en algún momento va a sonar el timbre y va a entrar porque es que es una cuestión incomprensible.
"Ahora mismo puede ser que hasta que pasen cinco o seis años no estaremos adaptados a la situación, pero esto no lo vamos a superar"
Imagino que hay cosas que le recuerdan a él en su día a día.
Suelo correr y subir por el monte. No hay día que no me dé la sensación de que algún ciclista es él o que me lo cruzo. Es inexplicable. Sé que puede sonar a tópico, pero es que no es lógico. No era su momento. Él no estaba mal, no estaba enfermo. Se comentó que podría haber sido eso.
No tenemos explicación alguna. Es por eso por lo que los primeros meses fueron horribles porque él era una persona habitual por las calles de Ceuta y por los montes. Es por eso por lo que daba la sensación de que en cualquier momento el que iba en bici era él. Muchas veces me lo cruzaba en moto y cualquier persona que sea así, rapada, con barba y demás, me da la impresión de que es él. Es algo muy duro.
Ahora que ha pasado un año, ¿cómo se encuentra?
Mi familia está rota. Anímicamente lo está. Mis padres no lo superan, no lo entienden. Si hubiera sido una enfermedad de larga duración, lo podríamos haber digerido poco a poco. El domingo y el sábado anterior estuvimos comiendo. El lunes se encontró un poco mal, mi padre lo llevó hasta el hospital y el martes falleció. El lunes le estuve escribiendo. Estuvimos hablando. Es que no se puede comprender. Ahora mismo puede ser que hasta que pasen cinco o seis años no estaremos adaptados a la situación, pero esto no lo vamos a superar. No nos vamos a curar, entre comillas, de esta situación.
Hay personas que cuando pierden a un ser querido, suelen hablar con esta persona que ya no está. No sé si es su caso.
No, personalmente. Mi madre quizás sí, pero no soy muy creyente y considero que realmente ya él sí está dentro de mí porque viví 46 años con él. Aunque hayamos tenido momentos en los que hemos estado un poco más separados o menos, siempre hemos estado ahí el uno para el otro. Sé que él está dentro de mí, en el recuerdo. Si hubiera sido al revés, él hubiera pensado exactamente lo mismo, que sí, que perdió a su hermano pequeño, pero que no se puede comunicar con él.
"Fue día muy duro y que nos ha marcado a toda la familia porque nos pilló allí. Fue un momento muy triste y muy duro"
Volviendo a su forma de ser, a su personalidad, ¿él tenía una filosofía de vida en concreto?
Sí. Él lo quería todo al momento. De hecho, hizo magisterio, pero él tenía la necesidad imperiosa de empezar a trabajar. Él sabía que el magisterio y tener la plaza fija no iba a ser algo inmediato. Aquí se unen dos cosas. Él siempre desde muy joven tenía esa necesidad de ayudar al prójimo y de echarle una mano. Siempre que se encontraba con algo nos decía ‘ay que ver lo que he visto, a ‘Fulanito’, el pobrecito; le voy a dar porque está por la calle’. Él se mete a la Policía Local por esas dos cosas. Él era persona que lo quería todo al momento. Quiero esto y voy a luchar por esto. A nivel deportivo era así.
Cuando era joven estuvo a punto de firmar por un equipo semi-profesional de ciclismo y él a diario tenía unos entrenamientos brutales porque él era de ‘lo quiero ahora y no voy a esperar dos o tres años que me vuelvan a llamar’. Era muy impulsivo en ese sentido. Cuando se proponía algo pensaba que lo iba conseguir sí o sí.
De hecho, cuando se propone ser parte del Cuerpo, tenía una capacidad de estudio increíble. Me levantaba, veía la luz encendida y a él mirando el temario. Era muy trabajador cuando se le plantaba algo, a nivel físico o a nivel laboral y supongo, porque no lo conocí en el ámbito de sindical, que también sería así si él se le sugería aprobar algún convenio o alguna mejora. Él estaba día y noche pico y pala.
"Se lo deberían de haber dado en vida, pero evidentemente, estas cosas en ese momento quizá no son tan fáciles de conceder"
¿Y qué le enseñó a usted su hermano?
Esto no fue mi hermano, sino mis padres los que nos lo transmitieron y, por ende, mi hermano a mí, que yo era el más pequeño. Lo que me enseñó es el trabajo constante. Venimos de una familia de clase económicamente baja y siempre nos lo han trasladado. El tener que trabajar y estudiar y eso lo aprendí de él también porque lo veía. Él entonces él se formaba y sacaba buenas notas. Yo tenía que seguir su camino de seguir e intentar sacar esas calificaciones.
Ahora que se le va a conceder este reconocimiento, ¿qué le diría personalmente a su hermano si lo tuviera delante?
–Que es una pena que se lo hayan reconocido una vez fallecido y que se lo merecía. Se lo merecía de antes. A nivel deportivo se lo deberían de haber dado en ese terreno porque él tiene un currículum entre los cinco o seis mejores de Ceuta.
Es algo que muy joven se lo ha estado trabajando para que se lo reconocieran ya no solo en ese plano, sino también a nivel sindical. Él ha sido una pieza muy importante en su sindicato durante el tiempo que estuvo. Él ha estado dentro de varios ámbitos de esta ciudad y que se lo deberían de haber dado en vida, pero evidentemente, estas cosas en ese momento quizá no son tan fáciles de conceder.
Una persona que siempre tenía una sonrisa y cuando era crío, con la manía de retorcerte las orejas...jajaja es cierto lo que dice su hermano, una persona muy intensa con un espíritu incansable.
Has disfrutado de lo que más te gustaba, el deporte y es cierto que has dejado huella en los que te hemos acompañado en algún momento.
Un abrazo amigo desde donde estés.
Enhorabuena Mi Antunez allá donde estés, yo también hubiera querido entregándote la ciudad este premio en vida. En fin....te echo de menos amigo. Desde Sevilla con todo mi afecto y admiración. SIEMPRE CONTIGO
MI GRAN AMIGO QUE DIOS TE TENGA GLORIA, TE MERECES LO MEJOR, HOY ME HE ENTERADO DE TÚ PREMIO Y ME ALEGRO MUCHO TE MERECES MUCHO MÁS...
Nose como puede morir se operación se hernia discal y encima después de la operación varios días después