Fue la nota del día para los Bomberos y el gran susto de la jornada para su propietario. Y es que, por causas que se desconocen, en la mañana de ayer un vehículo de un vecino de Los Rosales se precipitó, sin control alguno, por una cuesta de la barriada cercana al club de Petanca. El coche, según contaban familiares del afectado, estaba estacionado justo al lado de la cuesta, con el freno de mano echado y parado. El conductor bajó del vehículo y cerró la puerta delantera. El movimiento del cierre hizo que el coche se fuera cuesta hacia abajo, a pesar de tener el freno de mano echado, cogiera velocidad, impactando al final de la cuesta contra un bordillo para, al final, volcar hasta quedar como muestra la imagen.
Agentes del Cuerpo de Bomberos se desplazaron al lugar de los hechos para volver a poner el vehículo en su posición a la espera de la llegada de una grúa para retirarlo del lugar. Ahora su dueño tendrá que recurrir al seguro. Ayer, in situ, no sabían concretar el origen de un accidente inexplicable pero que, afortunadamente, no ha causado heridos ya que en el momento en que el vehículo cogía velocidad no había persona alguna ni otros coches en la carretera. Bomberos tampoco acertaba a encontrar una causa del accidente. Tras dar la vuelta al vehículo se comprobó que efectivamente tenía el freno de mano echado.
Eso sí, llamar la atención lo hizo. Y bastante. Fueron varios los curiosos que en plena festividad de la Mochila se toparon con el accidente y con las labores de recuperación del vehículo.
Por otro lado, a las 14.30 horas de ayer se produjo un accidente en el cruce de Miramar con la Almadraba. Chocaron dos vehículos y resultaron tres personas heridas. Los servicios de ambulancias se encargaron de su traslado al Hospital.