El uso de vehículos estatales con fines personales es objeto de vigilancia por parte de las autoridades de Marruecos, que hacen hincapié en que estos coches de servicio son únicamente para ser utilizados con fines profesionales estrictamente establecidos.
Es por ello que se está llevando a cabo una campaña de vigilancia, con el objeto de hacer hincapié en el empleo correcto de estas unidades y que no se desvíen de sus objetivos primordiales que están claramente señalados.
Se trata de una campaña masiva tras la difusión de fotos y vídeos en las redes sociales que mostraban el uso inadecuado de los automóviles estatales. En algunas de las imágenes que han estado circulando se podían ver coches estacionados en parqueaderos en playas y otros lugares turísticos durante las vacaciones, lo que ha hecho sonar las alarmas dando pie a la medida en cuestión.
La Gendarmería Real y efectivos de seguridad, a cargo de la vigilancia
A raíz de esto se habrían dado “instrucciones estrictas” para que la Gendarmería Real, con el apoyo de otros efectivos de seguridad, se dieran a la tarea de verificar que los vehículos de servicio se utilicen “únicamente con fines administrativos” y no para actividades personales como se sospecha que ha estado ocurriendo.
Al respecto, han recalcado que estos coches “representan una carga importante para el presupuesto del Estado”, haciendo alusión a lo que cuesta su mantenimiento para el Estado. La idea que se persigue no es otra que “reforzar el control sobre el uso de estos coches”.
Muchos activistas civiles marroquíes reclaman la necesidad de acabar con lo que ha denominado “la explotación por parte de los empleados de los automóviles estatales, que, según datos oficiales, suman aproximadamente 120.000 que consumen el dinero de los contribuyentes, ya sea en compras o en gasolina y también en mantenimiento”.