La representación ‘El Extraterrestre’ ha sido organizada por Albanta-Teatro del Centro Asesor de la Mujer. Es su muestra teatral número XXXI y ha tenido lugar en el Teatro Auditorio del Revellín, en Ceuta.
Llegaban las ocho de la tarde y el teatro se iba llenando hasta alcanzar casi el completo. Antes del comienzo, se escaparon algunas lágrimas debido al homenaje a Maruchi, exintegrante del grupo fallecida.
El comienzo fue por todo lo alto. Con las dos primeras intervenciones, el teatro ya se llenó de risas. La naturalidad de las actrices dejó al público sin poder quitar la vista del escenario y las risas no faltaban, por lo que la diversión estaba asegurada.
La obra es una comedia dividida en tres actos que nos traslada al salón de una casa de clase media de Madrid.
“En ella un extraterrestre es enviado a la tierra por los suyos convertido en humano para estudiar a los terrestres. Va a parar a una casa donde es recibido y aceptado para convivir con ellas. Este extraterrestre comienza a cuestionar nuestras costumbres y nuestros comportamientos. Envuelto en humor constante, nos hace reflexionar sobre nuestra forma de vida y la poca importancia que le damos a los sentimientos (de los que ellos y ellas carecen) y lo verdaderamente importante. Una comedia de personajes con perfiles aumentados, donde cada uno de ellos encierra contenidos profundos bajo una apariencia mundana”, explicaba la organización.
Algunos de los temas que se tocan son la eterna deuda llamada hipoteca, los innumerables gastos que tiene una familia, ser despedido del trabajo o la importancia que le damos a lo material.
‘El extraterrestre’ muestra que es más importante aprender a sentir que estar continuamente preocupado por lo material, y muestra esa enseñanza a los mundanos.
Las actrices que forman el elenco son Mercedes Bencandil (Kika), Toñi Fernández Abarca (Manoli), Mayte García Cabello (Remedios), Lola Lara Ogalla(Virtudes), Elvira Rodríguez Mena (Obdulia), Lili Gaona Núñez (Tiqui) y Ana Leal Vázquez (Matías). Y está dirigida por Inmaculada López García.
Estas mujeres de la tercera edad han conseguido hacer que un casi lleno Teatro Revellín se muera de risa con sus historias basadas en el ser humano.
La obra es un tirón de orejas a nuestras eternas preocupaciones por aquello que no podemos cambiar y nos anima a darle mucha más importancia a los seres queridos y a aquello que no se puede comprar, como el cariño y los sentimientos.