Las autoridades de Tánger han demolido varias construcciones "anárquicas" construidas recientemente en algunos barrios de esta ciudad al norte de Marruecos. Algunos de estos edificios pertenecen a funcionarios electos que desempeñan sus misiones en los distritos de la ciudad, según publica Al Akhbar.
Las autoridades locales de Tánger iniciaron la demolición de varias construcciones anárquicas construidas recientemente en circunstancias ambiguas.
Resultó que estos edificios, "que no tenían autorizaciones legales", pertenecían en algunos casos a funcionarios electos de distritos de Tánger, según informa este mismo medio de comunicación del que se hace eco le360.ma.
Así, se demolieron dos edificios residenciales considerados infractores en los distritos de Mesnana y Beni Makada.
Uno de estos edificios, recientemente construido en un tiempo récord, pertenecía al concejal de un distrito de la ciudad.
Las autoridades utilizaron la fuerza pública y excavadoras para demoler estos edificios, en presencia de su propietario.
Se levantaron informes con el fin de transmitir los expedientes de estos delitos a la Fiscalía, a fin de que se determinen las causas y circunstancias precisas de los mismos.
"Redes mafiosas" y "documentos falsos"
Las autoridades recibieron informes sobre este tema y crearon una comisión cuyos miembros se encargarán de examinar este asunto e investigar la posible existencia de "redes mafiosas" que venderían posibilidades ilusorias a sus víctimas.
Los miembros de esta comisión también deberán examinar los "documentos falsos" que hayan circulado, que serían atribuidos a las autoridades públicas y a los ayuntamientos electos de la ciudad.
Las autoridades de la wilaya, informa Al Akhbar, habían recibido en el pasado informes de investigaciones de campo realizadas por sus servicios administrativos.
Los documentos muestran la explotación, durante décadas, de lagunas legales por parte de ciertos políticos corruptos, que se apropiaron de tierras en Tánger o en los pueblos vecinos.
Las autoridades públicas han llevado a cabo la limpieza total de estos expedientes, resolviendo los conflictos que prevalecían en la comunidad de Soulaliyate y demarcando el dominio forestal, para cerrar el paso a algunos que deseaban apoderarse de títulos de propiedad.
Las autoridades descubrieron así que algunos individuos habían saqueado la mayor parte de las tierras colectivas, cuya superficie se estima en cientos de hectáreas.