El Consejo Económico, Social y Medioambiental de Marruecos (CESE) alertó este miércoles sobre el aumento de jóvenes marroquíes de entre 15 a 24 años que ni estudian ni trabajan (conocidos como ninis) y que representan el 25 por ciento del total, es decir, 1,5 millones.
En un acto en Rabat cubierto por EFE, su presidente, Ahmed Reda Chami, ofreció estos datos y propuso varias medidas para frenar el abandono escolar, diversificar la oferta de formación profesional y aumentar la empleabilidad de esta categoría.
El informe afirma que el 73 % de los ninis son mujeres, situación atribuida principalmente al matrimonio precoz y a las múltiples tareas domésticas que desempeñan.
Chami explicó que el incremento de los jóvenes que ni estudian ni trabajan en Marruecos se debe a tres factores principales.
Por un lado, citó el abandono escolar, con 331.000 estudiantes que dejan la secundaria debido a la lejanía de las instituciones educativas y la falta de diversidad en la formación profesional.
También a la escasez de oportunidades para conseguir un primer empleo, con 6 de cada 10 jóvenes en paro y, por último a los problemas a los que se enfrentan los jóvenes al dejar voluntariamente un trabajo sin haber encontrado antes uno nuevo.
Los cuatro ejes de la estrategia sobre los ninis
Para superar estos desafíos, el CESE recomienda una estrategia basada en cuatro ejes, detalló Chami.
El primero es el fortalecimiento del seguimiento de estos jóvenes mediante la creación de un sistema informático nacional.
También el establecimiento de medidas preventivas para evitar que más jóvenes caigan en la situación de 'nini', como la aplicación efectiva de la obligatoriedad de la enseñanza fundamental y la generalización de escuelas en los pueblos más pequeños, especialmente en zonas rurales.
Propuso asimismo la ampliación de las redes de transporte escolar y la diversificación de la oferta de los institutos de formación profesional.
El tercer eje propuesto es la creación de un sistema de acogida y orientación para estos jóvenes y el cuarto, la optimización de los programas destinados a la integración en el mercado laboral, para mejorar así su capacidad profesional y empleabilidad, además de apoyarles en la creación de sus propios negocios.
Chami subrayó también la necesidad de fortalecer la complementariedad entre los diferentes programas públicos de formación y empleo dirigidos a estos jóvenes.