La familia de Marouane Aasem podrá enterrarlo en su tierra, en El Jadida (Marruecos). Esta tarde ha partido desde Ceuta el ataúd con sus restos para atenderse así el expreso deseo de una madre que tuvo que recibir la fatal noticia de haber perdido a su único hijo varón.
Desde ese 8 de abril en el que la Guardia Civil localizó su cuerpo sin vida en Fuente Caballos, no han cesado las gestiones para, primero, lograr identificarlo y, después, facilitar las labores por parte de la Policía Judicial y los juzgados con vistas a conseguir su repatriación.
A primera hora de esta tarde, la Funeraria Al Qadr ha procedido al traslado del cuerpo de Marouane por la frontera del Tarajal para organizar así su llegada hasta El Jadida.
Un cumpleaños sin celebrar
En pocas semanas habría cumplido 26 años. En su tierra, Marouane dejó a su madre y hermana como únicos miembros de una familia humilde. Así fue como emprendió ruta migratoria con el ánimo de mantenerlas, topándose con la muerte justo cuando llegaba a la zona del Recinto.
Su cuerpo fue encontrado enfundado en un traje de neopreno, con aletas y un flotador infantil.
De El Jadida han partido muchos jóvenes, algunos menores de edad, que han perdido la vida en rutas de la inmigración que se convierten en temerarias. A pesar de las advertencias siguen escapando jóvenes de estas tierras encontrando la muerte en el camino.
Marouane era muy deportista y de hecho sabía nadar muy bien, pero las fuerzas le fallaron en ese intento por llegar a España.
La querencia familiar por conseguir su repatriación se ha cumplido para que su madre pueda rezarle y despedirle. El futuro del joven se truncó en una travesía adversa que frustró las ansias de salir adelante y terminó con los sueños de otro joven más en la ruta de los espigones.