El escritor Víctor del Árbol ha llegado hasta Ceuta este jueves para participar en una reunión del club de lectura, que en esta ocasión versaría sobre su libro 'Antes de los años terribles'. La cita ha tenido lugar en la Biblioteca Pública del Estado Adolfo Suárez, donde el escritor se ha encontrado con los lectores.
Según él mismo ha contado, 'Antes de los años terribles' es “una historia real de un chico que conocí en Uganda, donde estuve 8 años investigando sobre la guerra civil de los años noventa, que recorrió a pie toda África hasta llegar a Barcelona”.
La cita se enmarca en el mes de los niños soldados, que se conmemora en febrero, y para el autor era importante estar aquí hablando sobre este libro porque “en el mundo están documentados más de 500.000 menores de 14 años implicados en conflictos bélicos”.
Esta no era la primera vez de Del Árbol en Ceuta, ciudad que ya visitó hace doce años y que considera que "es un universo propio". "Es un puente, no se ve pero está; y al mismo tiempo es una tragedia y una posibilidad”, ha radiografiado.
Tal y como ha desgranado, la ciudad autónoma “sería la posibilidad de secretismo de lo que se puede hacer cuando culturas muy diferentes colaboran y se entremezclan, pero también es el reflejo de los conflictos cuando que generan esas culturas cuando se dan de espalda”. Todo esto ha hecho que Ceuta haya salido mencionada en algunas de sus novelas
Hablando de su papel como escritor, asegura que “yo escribo para para que vosotros me leáis y para mí es muy importante saber tu feed back. Cuando yo escribo un libro, sé porqué lo escribo, pero no sé porque tú lo vas a leer y para mí una de las cosas mágicas es que cada lector, leyendo lo mismo, lee una historia diferente”.
Además de la charla sobre su libro ‘Antes de los años terribles’, el autor también ha ofrecido una conferencia abierta a todo el público que trata sobre “la pasión de la palabra. Yo he aprendido a través de los libros como la lectura te puede llegar a transformar que no te puedes imaginar. A través de la literatura, la realidad se puede multiplicar de una manera mágica”.
Para reflejarlo, Víctor del Árbol habla “de escritores que vivieron una situación dramática y que la literatura les ayudó a salir de ahí”, ha concluido.