Muchos conductores de Ceuta todavía desconocen esta norma, pero es muy importante que sepan que conducir con cierto tipo de gafas está totalmente prohibido. En España hay millones de conductores que deben conducir con gafas debido a sus problemas de visión.
La seguridad vial en España ha vuelto a estar en el punto de mira, esta vez con una nueva prohibición que ha puesto en marcha la Dirección General de Tráfico. Se trata del uso de gafas de lectura al volante, una práctica poco conocida pero que puede acarrear multas de hasta 200 euros.
Y no desde ahora, esta restricción lleva en vigor varios años, es más, en 2015, Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida recordaba en una entrevista concedida a la DGT que "el uso de gafas premontadas al volante está prohibido". Y así es desde hace años.
Lo que a priori es una práctica más que común en las carreteras, puede suponer un grave peligro para el resto de usuarios de la vía, ya que si no se llevan las lentes correctas, se puede provocar un accidente con numerosos daños materiales e incluso personales. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda siempre el uso de unas graduadas.
Las gafas premontadas, diseñadas como soluciones visuales genéricas, se producen con una graduación uniforme destinada a satisfacer las necesidades visuales promedio de cualquier usuario, sin tener en cuenta las especificaciones particulares de cada persona.
"Las gafas premontadas presentan la misma refracción en los dos ojos, de modo que si el paciente presentase una graduación distinta en cada uno estaría llevando, al menos en uno de los ojos, una graduación que no se correspondería con la que necesitase", explican los expertos.
La importancia de las revisiones
Además, estas gafas pueden comprarse en numerosos establecimientos sin haber pasado siquiera por una revisión profesional.
Según datos de la DGT, más de un millón de conductores no debería conducir porque su agudeza visual es inferior a 0,5, el límite legal, y lo hacen habitualmente en cambio con deficiencias visuales.
Además, hasta 3,5 millones de conductores podrían mejorar sus condiciones, simplemente revisando su visión y actualizando su graduación, en muchos casos incorrecta.