Se llama Zakaria Haddad, tiene 22 años y lleva desaparecido desde el pasado sábado cuando intentó entrar en Ceuta bordeando el espigón del Tarajal. Lo hizo en una jornada de enorme presión en el mar, en un día en el que las condiciones adversas convertían cualquier pase a nado en algo temerario.
Amigos y familiares no saben nada de él. Este joven, natural de Rincón, se enfundó un traje de neopreno para echarse al mar tomando como meta los arenales del Tarajal. Ese era su propósito, otros eligieron Beliones.
No se sabe si lo consiguió porque desde el sábado no hay comunicación. Ese día, por la línea marítima más próxima a Castillejos hubo muchos nadadores, hasta el punto de que la Guardia Civil se adentró en las aguas del vecino país con una unidad del Servicio Marítimo en una acción nada usual.
Un número de teléfono para contactar con la familia
“Por favor, ayuda”, exclaman los amigos. Aportan un número de teléfono de su familia por si alguien puede tener algún dato sobre su paradero, es el 0615356670.
Están destrozados porque la falta de noticias no hace sino aumentar la angustia. El sábado fue una jornada trágica en el mar, tanto que además de un fallecido se dio por desaparecida a otra persona aún sin localizar.
Casi 70 personas cruzaron solo en horas, pero muchas quedaron por el camino y no se sabe dónde están.
Una frontera sur marcada por las desapariciones
Los compañeros del joven Zakaria temen lo peor, piden ayuda, reclaman cualquier dato que pueda aportarles algo de claridad en torno a esta ausencia que duele, y mucho.
Lo ocurrido, a pesar de no haberse producido ninguna manifestación oficial por parte de las autoridades, ha marcado un antes y un después en la tragedia que ya de por sí marca una frontera sur que se llena de desaparecidos y muertes.
Pobres chavales. Hay que ver cómo está Marruecos, nadie quiere estar allí, ni su rey que se va a Francia a disfrutar de la libertad que ofrece Europa.