La condena de cuatro años y medio de cárcel al futbolista Dani Alves por presuntamente agredir sexualmente a una joven en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona no ha dejado a ninguna de las partes satisfecha con la decisión del Tribunal. El futbolista se ha beneficiado de una rebaja considerable de la pena por depositar 150.000 euros en el juzgado para la indemnización de la víctima en caso de ser condenado.
Un depósito previo que en ningún caso pretendía asumir la responsabilidad de tan despreciable hecho, porque seguía defendiendo su inocencia como ha mantenido en todo momento y, por tanto, los 150.000 euros depositados era una estrategia legal perfectamente diseñada, que ha tenido un resultado muy satisfactorio.
La sentencia en sí es desmoralizante, porque lo que nos viene a decir es que cualquier señor que tenga capacidad económica para depositar la responsabilidad civil para reparación del daño tendrá una mejor condena que otro que realiza el mismo hecho y no pueda depositar la cantidad establecida como responsabilidad civil. Distinto hubiera sido que hubiera depositado dicha cantidad admitiendo su responsabilidad en los hechos, pero el simple depósito solo indica que tiene dinero y que le va a servir para tener una menor pena.
"El simple deposito solo indica que tiene dinero y que le va a servir para tener una menor pena"
El artículo 14 de la Constitución española establece que “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Si tener dinero puede servir para tener una mejor condena se estaría vulnerando este principio de igualdad, porque el Estado tiene herramientas suficientes para embargar los bienes y cuentas necesarias para que cualquier delincuente pueda resarcir a las víctimas sin que se aproveche de su situación económica. No estamos hablando de la voluntad de reparar el daño.
Todo indica que la Fiscalía está preparando un recurso en el que plantea que los 150.000 euros depositados no deben considerarse como reparación del daño y computar como atenuante y, por tanto, insiste en el aumento de la condena por violar presuntamente a una joven. Una opinión que mantiene la defensa de la víctima.
La pelota estará en la mesa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que tendrá que determinar si las personas que tienen capacidad económica serán tratados mejor por la justicia. Una sensación que me quedo al leer la desmoralizante sentencia dictada contra el futbolista Dani Alves. Ahora toca esperar la decisión del Tribunal para saber si todos somos iguales ante la ley como dice el artículo 14 de nuestra Constitución.
¿TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY?