Son niños de Castillejos. Tienen sus padres y ninguna aspiración al cruce a Ceuta. Aún así les han subido en un autobús para dejarlos en el sur. Es una forma errática de quitarse a menores de las calles, una forma generalista de afrontar la inmigración que causa mayores problemas.
Los encontraron en la calle sin documentos lo que vino a traducirse en que eran, como califican, candidatos a la inmigración. Ahora, tras ser alejados a zonas del sur se han puesto en contacto con sus familias para que puedan traerlos de regreso.
Los subieron en autobuses y los alejaron de la zona norte con otros menores que sí pretendían cruzar a nado hasta Ceuta. Algunos están ahora en Casablanca.
Activistas ceutíes preocupados por la situación fronteriza se han encontrado con algunos de estos últimos casos de niños de Castillejos que ahora buscan ayuda para volver a casa.
Marruecos hace con los niños lo mismo que con los adultos, trasladarlos alejados de las fronteras sin distinción.
Los niños que tenían un hogar son víctimas de la ruta de los espigones.
Subsaharianos detenidos en un autobús
Por otro lado, agentes de la Gendarmería Real interceptaron a varios subsaharianos en la carretera de Ghdir Dfala, perteneciente a la compañía de la Gendarmería Real de Tánger.
En concreto eran 13 varones que iban en un autobús.
Fueron detenidos en la estación de Ain Dalia, al este de Tánger, tan pronto como llegaron a bordo de un autobús que venía de Rabat.
Los jóvenes no poseían ningún documento de identidad ni pasaporte y residían de manera ilegal en Marruecos.
Han sido sometidos a medidas judiciales ordenadas por la fiscalía competente para investigar todas las circunstancias y detalles de este caso, así como para identificar a los posibles involucrados en la organización de intentos de pase de forma masiva y organizada.