El Pleno de la Asamblea acordó ayer intentar poner en marcha de nuevo el programa de convivencia intergeneracional que sirva para poner en contacto a personas mayores o con discapacidad que vivan solas sin desearlo y a jóvenes sin vivienda dispuestos a compartir la casa de los primeros y echar una mano en las tareas del hogar y en otras necesidades.
La iniciativa que ayer volvió a plantear Ceuta Ya! ya se implantó en 2019 de la mano de la UGR, el socio que ahora apuesta por volver a buscar la Ciudad para tener ciertas garantías en la selección de los posibles participantes en ese tipo de experiencias.
En un territorio con los problemas para encontrar techo a precios asequibles que tiene Ceuta, un escollo que también lastra por ejemplo sus posibilidades de desarrollo como ciudad universitaria, este tipo de iniciativas pueden ser especialmente fructíferas porque implican beneficios para todas las partes y para el conjunto de la sociedad.
Tras explorar ayer otros debates como el de la conveniencia de alcanzar algún tipo de pacto con EH-Bildu en el conjunto del Estado, cuestión con escaso alcance directo en su vida cotidiana para la ciudadanía caballa, la Corporación abordó en la Sesión Plenaria ordinaria resolutiva de ayer esta propuesta, que sí puede tener consecuencias mucho más cercanas.
La sociedad espera de sus representantes precisamente eso, soluciones como mínimo potenciales para problemas reales, voluntad para hacer una ciudad mejor aprovechando al máximo las capacidades de la administración local, que no son pocas con alrededor de 400 millones de euros de presupuesto este ejercicio.