Entre 200 y 300 personas con mercancías, en su mayoría mujeres, se han acumulado delante de la Aduana del Tarajal hasta que, en torno a las 18.00 horas, avanzaron en grupo por los carriles de vehículos en dirección a Marruecos. La muchedumbre logró atravesar la frontera sin incidentes, siguiendo la táctica que ya pusieron en práctica hace dos semanas con los mismos resultados.
La Guardia Civil autorizó su acceso dentro de la coordinación entre ambos países con la que evitan la aglomeración de personas en el puente internacional, ya que estrangularían la frontera en ambos sentidos. Cuando Marruecos permite una mayor entrada de personas con mercancías, según fuentes oficiosas, España facilita que traspasen la Aduana española por los carriles de los coches en vez de por el tubo por razones de fluidez.
Otras fuentes, conocedoras de los flujos fronterizos, aseguran que esta maniobra de la multitud se debe a que permite a la mayoría de estas personas con mercancías esquivar los decomisos de los aduaneros marroquíes.
Mientras que esta situación se daba en la Aduana española, los coches colapsaban la carretera de la frontera como ya ocurriese este lunes. Los conductores atrapados en las interminables colas, y bajo un sol de justicia, explicaron que la fila alcanzó Juan XXIII. La N-352 estuvo bloqueada, pese a los esfuerzos de la Guardia Civil por regular el tráfico en los cruces, aunque el resto de la red viaria también se vio afectada como fue la subida a Arcos Quebrados, Loma Colmenar o al Príncipe Felipe. Vecinos y servicios públicos se quejaron de su aislamiento por culpa de los coches-patera y la falta de medidas mientras finalizan las obras de ampliación de la carrtera.