El Jurado declara culpable al acusado de matar a ‘Simindulo’

• Fiscalía pidió una condena de 10 años de prisión, a la que se adhirió la Defensa y que quedará recogida en sentencia
• El matiz sobre la forma de la agresión marcó el debate

El Tribunal del Jurado dictó hoy un veredicto de culpabilidad para J.C.H., autor confeso de la muerte de Hussein E.Y., conocido como ‘Simindulo’, a quien asestó una puñalada que terminó costándole la vida. Los hechos ocurrieron el 26 de julio de 2016, en el Polígono Virgen de África, y el acusado se entregó en la Jefatura Superior a las pocas horas del crimen, después de haber huido del lugar tras arrojar el arma homicida.

“Pido perdón, estoy arrepentido, esto me queda muy grande la verdad”

Dijo el joven en sus últimas palabras dirigidas al Tribunal antes de que sus componentes comenzaran una deliberación que duró horas, debido a que la exposición de hechos quedó tan clara que el de hoy ha sido uno de los Jurados menos complejo de los que ha celebrado la Audiencia.

El acusado escuchó el veredicto que le llevará a continuar los próximos años en la prisión, en donde cumple pena preventiva desde hace año y medio.

Fiscalía pidió una pena de 10 años de cárcel (rebajó un año respecto a la calificación provisional), petición a la que terminó adhiriéndose la Defensa, por lo que esa será la condena que quede recogida en sentencia prácticamente de conformidad.

En su declaración, J.C.H. reconoció haber apuñalado a ‘Simindulo’ y también que la noche previa al crimen había tenido una riña que terminó con el acusado acudiendo a Urgencias porque había recibido un botellazo en la cabeza.

Los hechos básicos estaban más que claros

Tanto hoy como en el momento del suceso: el acusado era la persona que hirió mortalmente a la víctima. Pero sobre la mesa se expusieron matices a la hora de presentar al homicida. ¿Actuó de esta forma porque pretendía desde el principio quitarle la vida o fue esa pérdida la consecuencia nunca buscada de un acto reflejo?

A la hora de poner respuesta asomaba la valoración del Ministerio Fiscal o de la Defensa. Porque el primero expuso ante el jurado la “forma” en que, a su parecer, se produjeron estos hechos. La puñalada fue dirigida a una zona vital como la del corazón, por lo que la consecuencia directa del ataque no iba a ser otra que causar la muerte. Consideró la Fiscalía que desde un principio era lo que pretendía el acusado. “Tenía la intención de matar”, aseveró. Y lo iba diciendo mientras se acercaba hacia ‘Simindulo’, valoró, sosteniendo esta afirmación en algunas de las testificales que se escucharon en la sesión de esta mañana.

El arma usada era susceptible de causar la muerte, a lo que se suma el hecho de que, tras la agresión, el acusado huyó del lugar. Fiscalía mantuvo que la víctima no portaba destornillador alguno con el que hubiera tratado de defenderse ante el ataque.

El dibujo criminal presentado por la Acusación chocó con el de la Defensa, que expuso una narración más subjetiva de lo que pudo suceder aquel 26 de julio para terminar en una reyerta mortal.

“No les pedimos un veredicto de inocencia”, avanzó la letrada Caridad Casadevante. “Ha fallecido una persona y venimos aquí de forma humilde”, completó. El reconocimiento nunca se ha obviado en esta causa, pero a ojos de la Defensa su patrocinado no es un criminal que buscara matar por matar, sino que las consecuencias de sus hechos fueron inconscientes. “No sabía ni lo que hacía”.

“Nosotros reconocemos y queremos reparar el daño”, insistió, pero sin que eso supusiera que el acusado, que el día de los hechos contaba con 19 años, fuera presentado como un homicida que hubiera premeditado el resultado de su acción final.

La Defensa hizo hincapié en que ‘Simindulo’ no huyó al ver al acusado, como sí hizo el resto de los testigos, sosteniendo de esta forma que su defendido no se había acercado a él, cuchillo en mano, gritándole que quería matarle. Insistió en que debió haber forcejeo entre ambos que derivó en una puñalada fatal. “¿Ustedes piensan que quería matarlo? Le dio donde no debía, pero no tenía franca intención de acabar con su vida”.

La Defensa puntualizó, aun asumiendo desde el principio la condena, que el propio movimiento de forcejeo hecho por la víctima pudo provocar que la dirección de la puñalada terminara siendo la que resultó mortal, sin que se buscara dirigirse al corazón.

El propio acusado insistió en que su acto fue “reflejo”, “no para matarlo” ya que “en ningún momento quise quitarle la vida. Me acerqué a él para pelearme” y si huyó fue por pánico, “porque sabía lo que me venía encima”, concretó. “Me arrepiento, pido perdón porque esto no tiene arreglo, no hay vuelta atrás”, expuso.

Las declaraciones de los testigos escuchadas hoy sirvieron solo para ofrecer al jurado algún detalle sobre el escenario en el que se produjo la agresión. Así dos indicaron que el acusado llegó al lugar de reunión de ‘Simindulo’ y amigos diciendo “te voy a matar”. Nunca le habían visto de esa manera porque, en el fondo, todos se conocían.

La conciencia de la gravedad de los hechos llegó cuando ‘Simindulo’ cayó desplomado al suelo, herido de muerte en el corazón.