“Objetivo: asesinar la democracia.” Con este titular en primera página, El Faro de Ceuta, en su edición número 14.412, se hacía eco del asalto de Antonio Tejero al Congreso ocurrido
el 23 de febrero de 1981. Transcurridas más de cuatro décadas recordamos la
información presentada a nuestros lectores a propósito de este acontecimiento que marcó la historia de la democracia española. Un montaje
con la imagen del teniente coronel Tejero y una fotografía del Congreso de Diputados. Con eso se encontraron los lectores caballas al día siguiente de
este hecho que mantuvo en vilo a los españoles.
El texto que se podía leer al pie de las gráficas era el siguiente: “El teniente coronel Tejero, protagonista de la gran amenaza ante la democracia española, en montaje gráfico junto al Congreso de Diputados, que ayer tomó con las armas”. “Lo suyo fue una manera de asesinar la democracia, en una desleal acción, de síntoma claramente golpista y de carácter netamente aislado. Ayer tarde las balas de un nutrido grupo de
guardias civiles al mando del teniente coronel Tejero pusieron contra el paredón de tal acción a los padres de la democracia que se vieron intimidades de forma violenta”, continuaba el relato. También las páginas interiores, específicamente la 3, 17, 18 y 19 fueron un reflejo de lo ocurrido, acompañadas de un extenso y contundente editorial que se tituló: “Asesinos de la democracia”.
Los caballas conocieron los datos biográficos del teniente coronel Antonio Tejero Molina, además de las palabras pronunciadas por el comandante general y
delegado del Gobierno en Ceuta, Gerardo Mariñas Romero. “El Ejército está al margen de todo”. Estas fueron las declaraciones exclusivas de Mariñas Romero a El Faro, asegurando que lo acontecido “lo han originado unos irresponsables o unos locos”. El diario quiso destacar que el Ejército se colocó en el bando constitucional, tomando lo que en Madrid sucedía como un "grave incidente" pero que en ningún momento cambió "la normalidad absoluta" y la "vida habitual" de las
tropas de Ceuta. Un despliegue informativo con incesantes esfuerzos para poder presentar a los ceutíes la información de lo que pasaba en la capital, que se extendió a las ediciones que le sucedieron, incluyendo un contacto con el Palacio de las Cortes. Las páginas del miércoles siguiente, el 25 de febrero, dejaban ver el cese y arresto de Milans del Bosch, así como el nombramiento de nuevos capitanes generales en las III y IV Regiones Militares.
También se daba a conocer el apoyo S.M. el Rey, a las Instituciones Democráticas y a la Constitución Española, tras una sesión extraordinaria, con carácter de urgencia, del Pleno de la Corporación Municipal de Ceuta, cerrando con un editorial que dejaba claro que "no podemos más que ponernos al lado de las instituciones democráticas y gritar con todas nuestras fuerzas, ¡Viva la Constitución!".