Las fiestas navideñas nos acechan a la vuelta de la esquina y los recuerdos afloran más que nunca. Es momento de recapitular sobre lo vivido en este atípico 2020 y es imposible olvidar cuántas familias han quedado rotas por los miles de fallecidos a causa del
coronavirus.
Nadie pensaba, cuando brindábamos para despedir el 2019, que sufriríamos una pandemia y que los abrazos se eliminarían para saludarnos con el codo. El Cuerpo Nacional de Policía de Ceuta ha realizado un vídeo sobre todo lo vivido en este año y, por supuesto, haciendo hincapié en los agentes de
Policía que han perdido la vida y que han dejado una huella imborrable en todo el Cuerpo.
Este año los villancicos no sonarán igual, ni podremos olvidar con tanta facilidad todo lo vivido. La pandemia del coronavirus hizo presencia de lleno en nuestra ciudad en marzo y después de 9 meses sigue haciendo daño a su paso.
La Jefatura no puede, ni quiere, olvidar a sus dos policías jubilados que fueron los primeros fallecidos por COVID en Ceuta; Juan Rodríguez Barrones y Juan García Torres, dos amigos que se fueron un viernes, ese día que les gustaba juntarse para contarse sus ‘batallitas’, cuando siempre estaban presentes sus sonrisas. Un golpe difícil de asimilar, tanto por sus familiares como por sus compañeros. Sí, sus compañeros, porque aunque los policías ya no estén en activo seguirán perteneciendo al Cuerpo toda la vida. Los agentes se unieron y brindaron un bonito homenaje a los fallecidos en sus domicilios, en Juan Carlos I, donde retumbó el sonido de las sirenas que quedará en el recuerdo de sus familiares y de todos los ceutíes.
Desgraciadamente el Cuerpo iba a seguir sufriendo los golpes del coronavirus. Antonio López, un motrileño que trabajaba en la comisaría de San Juan de Dios, no pudo hacer frente al virus y acabó falleciendo en el Hospital Universitario. Tan solo un mes después, Manuel Reyes, un agente ceutí respetado y admirado por todos y que no pudo ganarle la lucha al maldito virus. Un fuerte golpe el que recibieron sus compañeros, ya que son de esas típicas personas carismáticas que son difíciles de olvidar. Los agentes, sus compañeros, tuvieron que seguir con su trabajo diario, aunque cada vez la huella se hacía más grande en sus corazones.
Son vidas que se ha llevado el coronavirus y que no podrán ser olvidadas jamás. Pero el virus no ha sido el único que ha golpeado en este 2020 a la
Policía Nacional, ya que en septiembre otra vez los corazones se tiñeron de negro cuando un agente muy querido, José Miguel Quilos, perteneciente al grupo TEDAX perdía la vida en Algeciras.
Un 2020 que se ha cebado con la Jefatura Superior, porque además de los fallecidos, muchos de ellos han estado contagiados por el virus. Asimismo agentes necesitaron ser hospitalizados, pero finalmente ganaron la batalla y dieron un halo de esperanza en el Cuerpo.
El virus ha hecho que el trabajo de los agentes irremediablemente se vea afectado por la pandemia del COVID-19, pero ha hecho que nazcan bonitas iniciativas y es que, de los peores momentos nacen cosas de los corazones.
Niños ceutíes sacaron su imaginación a volar e hicieron dibujos para que fueran colocados en el clínico de Loma Colmenar y sirvieran como muestra de cariño a las personas enfermas. Además, hubo iniciativas como las ‘Mascarillas Solidarias’ que recibieron los agentes del Cuerpo o la de realizar un dibujo sobre un policía que siempre está presente en primera línea de batalla. Colaboraciones con la organización Síndrome de Down o con PROI… al fin al cabo iniciativas que dejan claro que, una vez la pandemia haya acabado, el trabajo realizado no quedará en vano.
La Jefatura Superior ha elaborado un vídeo resumen del año en el que no ha querido dejar en el olvido a nadie del Cuerpo. Todos ellos han contribuido a una ardua labor que han sacado adelante con sus esfuerzos. Cada uno con una historia a sus espaldas, pero que olvidan cada mañana cuando se ponen el uniforme para servir al ciudadano. Velan mañana, tarde y noche para hacer cumplir las órdenes que muchos no entienden, pero que son para el beneficio de todos. Se cierra un año, que a buen seguro quedará marcado en los corazones de los agentes, y que servirá de aprendizaje para mirar el futuro con esperanza.