2018, un año quebrado

Durante 2018, de nuevo el principal factor que lastra nuestra economía, es el desempleo. Dejamos 2017 con una tasa de desempleo (relación entre parados y personal activo) del 16,5 % y nos encontramos a finales del tercer trimestre con una tasa del 14,8 %, siendo lacerante para los menores de 25 años que se sitúa en el 34, 9% (36,6% en 2017).

Habíamos despegado con unas perspectivas nada explosivas, con un PIB en 2017 de 1.166.319 millones de euros lo que supone 24.527 euros de renta per cápita, con un déficit de 35.903 millones de euros, el 3,10 % del PIB, una deuda total de 1.144.425 millones de euros , un 98,10 % del PIB, pero sí con cierta esperanza de poder enderezar de una vez la cifra del desempleo, con un crecimiento de nuestra economía del 0,7 % del PIB en el primer trimestre, lo que auguraba un 2,8% del PIB interanual. El Gobierno de debía fijar los marcos e impulsar las políticas económicas que ayudaran a ese objetivo. Sin embargo, a mediados del año nos encontramos en el ámbito nacional con un cambio de gobierno, debido a una moción de censura ejecutada en el mes de Junio por el PSOE apoyado en comunistas e independentistas, todos contrarios a la Constitución, completamente nefasto para nuestra economía, sin presupuesto digno de tal nombre, con grandes incertidumbres en la escena nacional en la que no se vislumbra una solución a un problema nacional que ha tenido como origen un golpe de Estado y riesgos en el panorama internacional debidos al enfrentamiento chino- estadounidense a costa de los aranceles exigidos por el gobierno del Presidente Donald Trump y las consecuencias del Brexit en lo referente a las inversiones españolas, lo que ha inducido en su conjunto a una bajada del índice bursátil español Ibex 35 que ha perdido en lo que va de año el 11,53% llegando por ahora hasta los 8.480,60 puntos en su caída desde los 10.600 puntos. El aumento del precio del petróleo suavizado algo a final de año y de la energía eléctrica junto al anunciado incremento de impuestos conforman un cuadro nada esperanzador. El euro, debido en parte a la política financiera del presidente del BCE, señor Draghi de compra de deuda sin límites, ha tenido como resultado una caída frente al dólar hasta niveles mínimos (1,21 dólares por euro) y un gran repunte al final de año frente a la libra por el Acuerdo de Salida y los planes futuros de la UE con relación al Brexit.

La situación, desde el punto de vista económico, hasta él cambio de gobierno, no era más preocupante que lo fuera durante todo el año 2017. Pero el cambio en el gobierno de un presidente vago, inútil y atolondrado por el de un presidente que se presenta como adalid de la lucha contra la corrupción y al poco tiempo se descubre que plagió su tesis doctoral por la que no merece el título de Doctor, que tiene como ministro de Justicia a una señora que ha aprobado determinadas prácticas delincuenciales, siendo reprobada hasta tres veces por el Congreso de los Diputados, que tiene a otro ministro, el de Exteriores, multado por la CNMV al haber utilizado información privilegiada en la venta de acciones, a otros inmersos en la contradicción de haber creado sociedades para evadir tributos más elevados en contra de lo dicho por su Presidente cuando era solo un proyecto, a otro ministro, la de Cultura que no inscribe todos su patrimonio escondiéndolo, si a esto se le añade el nivel intelectual de la vicepresidenta, el cuadro es digno de ser pintado por el Greco.

Mientras, España ha llegado a los 46,6 millones de habitantes, y la deuda pública total se dispara con el nuevo Gobierno

Mientras, España ha llegado a los 46,6 millones de habitantes, y la deuda pública total se dispara con el nuevo Gobierno. La premura por poder presentar una documentación presupuestaria creíble ante la UE, hace que el presidente elegido tras la moción de censura busque la ayuda del principal partido comunista, cuyo presidente le exige un aumento desmesurado del gasto público, y la de los partidos independentistas y cada uno le va exigiendo el pago del favor correspondiente, lo que es nefasto para los intereses de nuestra sociedad. Así Bruselas ya ha rechazado en una primera instancia por falta de credibilidad, los objetivos de estabilidad presentados por los incrementos de gasto adicionales al no corresponderse la estimación de ingresos con el total del gasto público disponible. La tendencia al aumento de deuda ya está pasando del 98,1% del PIB al 98,3 % del PIB , lo que teniendo en cuenta que este gobierno solo lleva seis meses en ejercicio, comienza a ser preocupante, ya que en caso de crisis no existe posibilidad de endeudarse mucho más. Al contrario de la crisis de 2008 en la que se partía de porcentajes de deuda del 35% del PIB y no como en la actualidad con porcentajes cercanos al 100% del PIB y descenso del crecimiento económico. La deuda ha aumentado en todos los sectores de la Administración Pública, tanto en la General del Estado como en las Comunidades Autónomas. Entre las Comunidades Autónomas con mayor deuda se encuentra la Comunidad Valenciana con el 41, 1% de su PIB, Castilla la Mancha con el 35,8% y Cataluña con el 34,2 %, por el contrario la Comunidad de Madrid fue la que contuvo el gasto y cumplió con el déficit y tuvo un incremento inferior de su deuda. En cuanto al crecimiento, es Madrid quien lidera el aumento de su PIB hasta situarlo en un 1,3%. En cuanto a la Administración General del Estado, con un lego en Económicas al frente el Gobierno desde la mitad de año ha experimentado un incremento de gasto que traducido en incremento de deuda pública pasa desde un 86, 7% en 2017 al 87,5 % del PIB rompiendo la tendencia mantenida por el Registrador, como también ocurre con la Seguridad Social desde un 2,3 % en 2017al 2,9 % del PIB en el tercer trimestre del año. Así la deuda pública crece cerca de 30.000 millones de euros por año lo que con el nivel de empleo actual la hace difícilmente sostenible. Por ello siempre he defendido la pertenencia al Eurogrupo al tener que responder de los dispendios alocados de un presidente intitulado como enfermero en económicas al haber sido un plagio el de doctor en económicas. En mi opinión esta idea de respeto a la estabilidad presupuestaria y de contención del déficit es la parte más positiva de la pertenencia al Unión Europea.

Al final de año, el gobierno decide modificar la Reforma Laboral del gobierno anterior sin tener en cuenta a ninguno de los partidos de la oposición ni a la organización de los empresarios, en cuanto a la preponderancia de los convenios colectivos sobre los de los sectores económicos. Esta Reforma Laboral fue uno de los pocos activos que en la economía produjo el gobierno anterior y que ha producido, aunque lentamente un decrecimiento del desempleo al ser una reforma de carácter liberal. El hecho de que cada empresa, debido a su situación en un momento determinado, se comprometa en un convenio para sus trabajadores que no tenga que ser ahormado por el convenio del sector y prevalezca las condiciones de la empresa sobre el sector se considera muy positivo. El tener que ahormarse al convenio del sector, puede conducir a la quiebra de la empresa, por lo que la reforma que ahora de nuevo emerge es un nuevo error del gobierno del Vacío. La protesta de la organización de los empresarios y los partidos de la oposición es completamente pertinente.

Otro de las medidas concertadas con los comunistas es el aumento del Salario Mínimo Interprofesional, como si estos aumentos resultaran algo caprichoso y los gobiernos pudieran aumentar a su capricho. Así en 2017 ya se aumentó en un porcentaje superior al del crecimiento económico (1,1%) 825,7euros mensuales. Este año se aumenta un 4% y se vuelve a toparse en el mismo error llegando a 858,6 euros mensuales. Pero para el próximo 2019 ya se ha pactado un aumento del 22,3 % llegando el SMI a 900 euros mensuales. Esto, de nuevo un capricho, solo puede conducir a un retraimiento en el empleo. Hay que tener en cuenta la estructura económica de nuestro país, eminentemente basada en el turismo y los servicios. El partido compuesto por comunistas deseaban llegar hasta los 1.000 euros, pero por ahora se conforma con los 900. ¿Por qué no pedir 2.000 o 3.000 euros, por pedir?. ¿Se ha estudiado algún modelo en el que se refleje la incidencia del SMI en el empleo? Es la propaganda la que prima continuamente en estos gobiernos.

Con objeto de contentar a la cúpula militar el ejecutivo del Vacío se compromete a gastar en el próximo presupuesto en Defensa más de 12.000 millones de euros, cifra no vista desde 1997. Sin ninguna otra información complementaria estoy convencido de que el gasto es necesario pero siempre debe integrarse dentro de los techos de gasto aprobados pertinentemente para que nadie piense que es un regalo al Ejército para que se mantenga siempre donde debe. Pero este presidente hasta ahora al no poder aprobar el Presupuesto General del Estado se ha limitado a gobernar mediante decretos –leyes, que son disposiciones que la CE articula exclusivamente los casos de “extraordinaria o urgente necesidad”, vulnerando el fondo y la forma establecida en la CE, pero ya sabemos lo que da de sí un enfermero en económicas. Con esta misma argucia pretende aumentar los salarios de los funcionarios públicos.

El déficit este año tampoco se va a domeñar, el objetivo con la UE era el del 2,2 % del PIB y ni si quiera estará por debajo del 3%. Se acaba el ejercicio con peores augurios respecto a nuestro principal problema, como decíamos al inicio, el paro. El desmesurado aumento del gasto público que se anuncia incluido en los presupuestos, si es que se aprueban, junto a la elevación de tipos de tributos y la creación de otros como son el de las nuevas tecnologías y los concernientes a los hidrocarburos, auguran un mal año para la ciudadanía.

El año que ahora termina lo considero quebrado desde la llegada del nuevo gobierno del PSOE sin un proyecto de país en ninguno de los diversos sectores de la sociedad.

El que en poco tiempo comienza, continúa con esas variables. Además será un año de elecciones municipales , en las Comunidades Autónomas y para el Parlamento Europeo, con lo que por lo general se dispara alocadamente el gasto. Así, ya están previstos aumentos de las pensiones y de los sueldos de los funcionarios, sin siquiera haberse aprobado el Presupuesto. No creo, en contra de la opinión generalizada, que se celebren elecciones generales al Congreso de los Diputados, por el ego superlativo del Vacío. Acaba de decir un tal Ábalos, ministro sin que nadie sepa por qué: “no convocaremos elecciones aunque solo sea para no dar gusto a la derecha”. Si ese es el argumento de uno de los prebostes del gobierno, no piensen que se ocupen o preocupen de los problemas de nuestra sociedad, por eso considero que por ahora , el país seguirá quebrado, como el año que dejamos, 2018.