Lo cierto es que los MENA que viven en el centro de ‘La Esperanza’ no ha tenido una situación tranquila durante el último mes y medio. La situación derivada tras el asesinato del joven marroquí Ibrahim, en la que participaron varios residentes, desató una polémica en la opinión pública en general que llegó, desde luego, a los mismos jóvenes que vivieron semanas de una gran tensión, según ha podido conocer esta redacción.
Fueron días donde se intentaba criminalizar a todo un grupo, cuando en realidad los culpables nada más que habían sido unos determinados y que se encontraban en manos de la Administración de Justicia.
Luego, la propia existencia de MENA que no quieren para nada estar bajo la tutela de la Ciudad Autónoma y que prefieren vivir cerca del puerto, pero que levantan también un malestar entre la ciudadanía, hace que se quiera mezclar a los unos con los otros, cuando no tienen nada que ver.
Ahora mismo, esa tensión que también se venía en la propia actitud de los menores ha ido descendiendo a medida que la presión ha ido desapareciendo y la normalidad ha vuelto al funcionamiento diario del centro. A ello también ha ayudado que se ha producido un descenso en el número de residentes que, en estos momentos, de principios de marzo superaban los 200 y en la actualidad están entre los 170 y los 180.
No olvidemos que la misma Ciudad Autónoma ha mantenido que el centro de ‘La Esperanza’ está preparado para una atención óptima que podría rondar entre los 60 y los 70 jóvenes aproximadamente como cifra tope.