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El restaurante, tras la ampliación del local, conserva los dos ambientes (rodizio y a la carta) y amplía su oferta gastronómica con platos exclusivos
El Brasiliani continúa siendo dos restaurantes en un solo establecimiento tras las obras de ampliación, reforma y redecoración. Los clientes se encuentran con el rodizio nada más entrar en el local. Allí, por un precio fijo, pueden degustar una amplia variedad de pastas y pizzas que les van ofreciendo los camareros. “A lo largo de la comida van pasando prácticamente todos los tipos de pizza de la carta”, explica Lucilene Machado, la propietaria del Brasiliani.
Más adelante, tras dejar atrás la zona del rodizio, los clientes se encuentran con un ambiente más clásico y acogedor. Allí los comensales pueden degustar los platos a la carta que el restaurante viene ofreciendo desde su apertura. Sin embargo, ahora el diseño y el aspecto de esta zona son totalmente distintos. El mobiliario y la decoración han cambiado por completo. Además, el Brasiliani ha incorporado una bodega con la que hasta ahora no contaba.
Aquí los comensales no sólo cuentan con la posibilidad de elegir entre una amplia variedad de vinos. También tienen a su disposición una veintena de aliños diferentes para la media docena de ensaladas distintas recogidas en la carta, lo que permite realizar un centenar de combinaciones diferentes. “Es como si el cliente fuera a una tienda y eligiera a su gusto”, explica Lucilene Machado.
Además de una amplia variedad de aceites y vinagres, el Brasiliani es el único restaurante de Ceuta que ofrece ‘sombreros de cura’ y ‘calzone’. Ambos platos comparten ingredientes, pero mientras el primero habitualmente es para compatir, el segundo suele ser
para una sola persona. “Son un tipo de pizza, pero se presentan cerradas”, señala la propietaria del restaurante.
La pasta artesana es otra de las incorporaciones que se han realizado al menú aprovechando la reforma y redecoración del local. Se trata de un producto elaborado por los cocineros del Brasiliani y al que Lucilene Machado ha aportado una receta familiar que le enseñó su madre y que ésta a su vez aprendió de su abuela. Se trata de los ‘tortelloni de pollo’. La receta del relleno, procedente de la cocina tradicional, forma ahora parte de la oferta gastronómica del restaurante.
Los comensales pueden descubrir todas estas novedades en el menú a la carta, pero antes, al entrar en el Brasiliani, verán que el establecimiento es ahora más amplio al haber sumado el restaurante los metros de un local aledaño. No obstante, el aspecto del diseño en la zona del rodizio es similar al anterior a la ampliación y a los trabajos de reforma. Allí continúan ‘reinando’ en la oferta gastronómica las pizzas dulces, “que es lo más original que tenemos en el Brasiliani”, señala Lucilene Machado. Esta zona es ahora más alegre, está más despejada y tiene un aspecto juvenil. Sin embargo, no va dirigido a un único tipo de comensales. En ocasiones, explica la propietaria del local, es posible prever dónde se va a sentar un cliente, pero también hay quienes en unas ocasiones optan por el rodizio y otras veces prefieren degustar un plato de la carta en una ambiente más íntimo y acogedor. En cualquier caso, en uno u otro sitio, asegura, hay espacio suficiente para cualquier tipo de celebración. Ahora, tras la reforma y la ampliación el Brasiliani tiene capacidad para atender unos 150 comensales.