El título que lleva esta columna es una frase que hemos oído repetir en muchas ocasiones: "no mirar hacia atrás ni para coger impulso". Y me parece que el presidente Vivas ha echado de reojo otros tiempos, casi sus comienzos en el Gobierno, para la reestructuración del nuevo Gobierno.
Resulta que en los primeros ejecutivos de Vivas, la Consejería de Presidencia estaba sola y moronda, al igual que sucedía con la de Gobernación. En esos mismos tiempos, Sanidad estaba unido con Asuntos Sociales y las competencias de Empleo estaban en Economía, es decir, en la Sociedad Municipal de Fomento.
Pero, claro, como dicen todos, eran otros tiempos. Después de haber pasado unas horas desde que este medio de comunicación publicó al completo la reestructuración del Gobierno, por más vueltas que le doy a la cabeza, no entiendo las razones que han llevado al presidente a llevar adelante estos cambios. En la nota de prensa que se ha enviado se afirma que es para adecuar el Ejecutivo a la etapa actual. ¿Cuál es la etapa actual? La de Ceuta o la de la Administración General del Estado. Esperemos que en la comparecencia que el presidente realice hoy nos de algunas pistas más, porque estos cambios no lo entienden ni los propios suyos. Ni los más cercanos a él comprenden los argumentos. Pero, claro, doctores tiene la Iglesia y entre las competencias que tiene el presidente de la Ciudad está el nombrar y cesar a los consejeros o cambiarles de cartera.
Vivas tiene el Gobierno que él quiso tener, porque nadie metió cuña para proponer a alguien. El eligió a sus colaboradores y con ellos tiene que llegar hasta el final de la legislatura. Estaba en la misma frontera de la mayoría absoluta y no se puede permitir ningún desliz, porque un desliz y alguien se queda sin mayoría suficiente.
Entiendo que Vivas pretende, de alguna forma, impulsar las acciones del Ejecutivo ahora que se llevan dieciocho meses de legislatura y ante el reto de los dos años y medio que quedan por delante. Si él ha ideado estos cambios será porque está convencido y que será capaz de transmitir a los suyos esas ganas y esos anhelos por volver a acelerar, porque la verdad, me da la impresión que algunos están con sordina y no tendrá más remedio que espabilarles, porque no les veo en la onda. Un último comentario: para algunos tanto y para otros tan poco. Mejor hubiera sido un reparto más equitativo.