Nos enseña a luchar contra los mitos, las supersticiones y los miedos ancestrales siendo respetuosa con la tradición. Prepara el camino de la libertad individual para cultivar la libertad colectiva en la polis. Reflexiona sobre la realidad desde distintos puntos de vista, valora las circunstancias, los mecanismos del poder y los intereses ocultos de lo que manejan los hilos de las personas, tratadas como marionetas. Establece normas para el juego democrático diseñando estrategias para desenmascarar al sofista, al corrupto, a los charlatanes del mercado y a los que utilizan la mayoría para dinamitar el sistema. Nos abre la mente con el fin de que, a través de la historia de otros pensadores, lleguemos a ser nosotros mismos. Busca levantar puentes entre los seres humanos para alcanzar la dignidad perdida por la dictadura de la cultura dominante. Promueve la tolerancia y la diversidad de opiniones en una amalgama infinita de posibilidades. Nos invita a perder el miedo a los demás por su autoridad, ahora la autoridad es la Razón. Lucha contra la censura y la autocensura porque la sumisión y el adoctrinamiento no forman parte del vuelo de la lechuza. Nos responsabiliza de nuestros actos e instaura la dialéctica en la manera de defender lo que creemos. Se preocupa más por el Ser que por el Tener. Apuesta permanentemente por la justicia y se arma desde el arsenal de la filantropía para conseguir la conquista de la paz. Nos saca de la caverna constantemente. Los espejos son espejismos. Da un sentido a las ciencias, el arte, la economía...En estas disciplinas dibujamos mapas de sentido y significado. Nos enseña a morir, a aceptar la muerte como el fluir del río o la brevedad de las olas...La levedad del Ser se nos plantea soportable pues todo lo que hacemos sigue estando en lo que dejamos. Se empeña en dejar como patrimonio la tierra que pisamos. Ésta es de todos y para todos. Diseña un mapa existencial, investiga rutas de significado, aúna a la humanidad como los eslabones de una cadena infinita para asirnos en los pasados, presentes y futuros de lo que hemos sido, somos y seremos desde que habitamos la tierra. Nos da esperanza en los proyectos colectivos y en las libertades individuales. Con la Filosofía conocemos el pasado, el presente y construimos el futuro de una humanidad, ahora en peligro por las instituciones machacadas por la explotación de los hombres por “el HOMBRE”, un” HOMBRE” que maneja los hilos invisibles. Nos enseña a aprende y nos aprende a enseñar...Sofía somos cada uno de nosotros en nuestro mundo, el mundo de Sofía. Y, con esto es suficiente, para que los poderes públicos la prohíban...Como dice mi compañera en estas lides, Margarita Fuster. * Carlos Antón Torregrosa es profesor de Filosofía del I.E.S Luis de Camoens