1.800 kilos de ‘pesca’

El fuerte temporal de Levante le hizo el trabajo duro a las fuerzas y cuerpos de seguridad, arrojando a la orilla de las playas de Calamocarro y Benzú decenas de fardos de hachís. En total fueron recuperados 62 con un peso superior a los 1.800 kilos, pero se espera que en los próximos dos días sigan apareciendo algunos más. ¿De dónde salieron?

La respuesta entra dentro del terreno de las especulaciones, pero todo apunta a que las casi dos toneladas de droga habrían sido arrojadas de una planeadora que habría partido del norte de Marruecos. Los gomeros aprovechan los temporales de Levante para eludir la prácticamente nula vigilancia de las fuerzas de seguridad, arriesgándose a realizar los pases más importantes. El hachís encontrado formaría parte de un alijo mayor que no ha sido localizado, como tampoco lo ha sido ni la planeadora usada para el pase ni los pilotos.
Ayer mismo la Guardia Civil localizaba en Tarifa una semirrígida cargada con 1.500 kilos. El domingo, ya en pleno temporal, se había localizado otra lancha más con una tonelada.
El fuerte oleaje jugó una mala pasada a los narcos que perdieron la mercancía que tuvo que ser literalmente ‘pescada’ por los componentes de todas las fuerzas de seguridad que se concentraron en la Bahía Norte. El primero en dar el aviso de la existencia de fardos flotando en el mar fue el policía local Abdelah, que está destinado en Benzú. Al poco un vehículo de la Policía Nacional dedicado a las conducciones y una unidad del Seprona atisbaron más fardos, montándose un operativo en el que participaron todos los agentes. Hasta la zona llegaron varios zetas del Cuerpo Nacional de Policía de diversas unidades como los radiopatrullas o la UPR; de la Benemérita, tanto patrullas de tierra como GEAS y Servicio Marítimo; de la Policía Local y Bomberos.
Tenían por delante toda la playa para ir ‘pescando’ los fardos de hachís que se iban viendo. Fue una labor complicada que se extendió durante varias horas, ya que el oleaje complicaba las labores de localización y recogida de fardos. El peso de entre 20 a 40 kilos de cada uno y el hecho de que estuvieran mojados provocó que los agentes se tuvieran que ayudar entre ellos durante la recogida, al existir riesgo evidente de que pudieran caer al mar. Algunos de los fardos más complicados, que tardaban en ser movidos por la corriente hacia la orilla, fueron recogidos por los GEAS.
La escena registrada ayer era cuando menos pintoresca. Lo habitual es que sean las fuerzas de seguridad las que vencen al temporal para interceptar las semirrígidas que buscan en él su protección. Ayer la tortilla dio la vuelta y fue el propio Levante el que casi sirvió en bandeja todo el hachís.
En las labores de recogida y vigilancia de los fardos se contó con la colaboración de militares, que se encontraban en la zona haciendo prácticas. Hubo además muchos curiosos que se acercaron a captar con sus móviles las labores de recogida de los fardos. Y así, entre unos y otros, la Policía Local terminó por detener a un hombre al que habían visto cómo se hacía con uno de los fardos para llevárselo.
El viento complicaba la ‘pesca’ así que buena parte de los agentes terminaron empapados, algunos perdieron hasta el móvil y los hay que terminaron colocándose unas botas de pescador llegados al cuartel. Todas las fuerzas de seguridad colaboraron en el trabajo pero al final fue la Policía Nacional la encargada de hacer y presentar las diligencias policiales ante el juez. En las mismas se hace constar la participación de todos, pero es la Policía la que terminó asumiendo la droga y por tanto incluyéndola en el grueso estadístico de decomisos de narcóticos.
Los fardos de hachís fueron trasladados a las dependencias de la Policía Nacional en San Juan de Dios tanto por una furgoneta de mantenimiento de la Policía Nacional como por un vehículo de la Policía Local que a duras penas podía circular por problemas con el embrague.
Desde las once de la mañana, hora en la que se recibió la alerta, hasta pasada la una, se fueron acumulando bultos y más bultos, todos marcados con distintos números que vienen a significar el dueño de la mercancía. Una manera tradicional ésta que siguen las organizaciones de narcos para evitar la confusión en el tráfico de la mercancía.
El dueño de la droga, desconocido aún para las fuerzas de seguridad, perdió ayer un buen pellizco, ya que el hachís intervenido está valorado en casi dos millones de euros; dinero que, se estima, hubiera logrado de haber conseguido la introducción de la droga en la península.
El hallazgo de ayer es uno de los más llamativos dentro del abanico de servicios que, en relación al tráfico de drogas, se han desarrollado en las playas. No es la primera vez que los temporales arrojan fardos de hachís o que pescadores se encuentran algunos flotando aún en el mar. La Guardia Civil no descarta, y así lo tiene por conocido el Servicio Marítimo, que en las próximas 48 horas el hallazgo de los fardos pueda ir a más. La droga se quedó ayer custodiada por el Cuerpo Nacional de Policía.

La cronología de un curioso hallazgo

1 - Once de la mañana. El policía local destinado en Benzú informa que hay fardos en el mar y en la orilla. Al poco un vehículo de conducciones del CNP y otro del Seprona ven que los fardos también están por la zona de Calamocarro.
2 - Cooperación. Todas las fuerzas de seguridad colaboran en la recuperación de los fardos, incluso varios de los agentes ponen en peligro sus vidas debido al fuerte viento, al oleaje y al peso de los fardos empapados.
3 - Traslado. A pesar de la participación de todos, se decide que las diligencias las haga la Policía Nacional y hasta sus dependencias de San Juan de Dios se lleva el hachís.
4 - Un detenido. La Local sorprende a un individuo queriendo llevarse un fardo.