15 vidas que logran burlar a la muerte

La Guardia Civil consiguió rescatar ayer a 15 inmigrantes subsaharianos entre los que se encontraba una embarazada.

La embarcación que habían elegido para el viaje a punto estuvo de llevarles a la muerte. El elevado número de personas había terminado por hacer complicada una travesía que iniciaron, desde las costas marroquíes, a primera hora de la mañana. Hacinados, el grupo partió de la zona del Tarajal y terminó llegando hasta la playa de La Bolera, en San Amaro. Fue en sus cercanías en donde perdieron el motor y estuvieron a punto de naufragar.
La rápida intervención del Servicio Marítimo y de las patrullas de la Guardia Civil sirvió para que todos los ocupantes fueran rescatados sanos y salvos. Se contó con apoyo de Cruz Roja, los GEAS y la Gadir, que también se desplazó al lugar. El hecho de que la embarcación estuviera cerca de la orilla hizo más fácil el operativo.
Las cámaras del Instituto Armado habían detectado la lancha en plena travesía, algo que fue clave para que todas las unidades estuvieran en alerta para actuar en mar o en tierra.
Uno a uno, los guardias civiles fueron rescatando a los subsaharianos, topándose con dos casos de riesgo. Uno, el representado por un joven que presentaba un cuadro de hipotermia elevado. A la espera de la llegada de la Cruz Roja, los agentes le dieron calor con una manta térmica, a lo que el inmigrante respondió favorablemente. Se temía lo peor, pero las condiciones físicas del joven hicieron que este experimentara una mejoría gradual hasta la llegada de la unidad de Cruz Roja.
Una mujer, Kazy, también hizo pasar lo suyo a la ristra de agentes desplegados en la playa de La Bolera. La joven, embarazada de unos ocho meses, fue auxiliada por los agentes, que, en grupo, la ayudaron a salir de entre las rocas, le intentaron dar ropa seca para que entrara en calor y la apartaron del resto del grupo para que empezara a reponerse. La mujer tenía contracciones, aceleradas por lo accidentado de la travesía, por lo que, a la llegada de la Cruz Roja, se optó por su traslado al Hospital Universitario. Allí quedó ingresada. Su parto no se espera aún pero se teme que pudiera adelantarse así que se optó por dejarla controlada en manos de los sanitarios.
Con la llegada de las ambulancias de Cruz Roja y los furgones del Instituto Armado, fueron trasladándose todos los varones hasta la Jefatura Superior de la Policía para su filiación y posterior traslado al CETI. Los 15 protagonistas de esta historia habían conseguido burlar a la muerte tras una travesía complicada de la que han salido airosos. Entre todos habían reunido el dinero para disponer de una embarcación que terminó destrozada. Ellos son los que, sin tener prácticamente conocimiento de la navegación -ni tan siquiera saben nadar-, la habían pilotado, pretendiendo alcanzar de esta forma las costas peninsulares.
La suerte estuvo de su lado porque quedaron a la deriva muy cerca de las rocas, a una hora en la que había gente paseando por San Amaro y hasta campistas en la playa. Todas las alertas fueron efectivas al margen de que la Benemérita ya estuviera controlando su ruta.
Durante el periplo iniciado por la embarcación, el Servicio Marítimo les dio el alto para que cesaran en su marcha, pero los subsaharianos evitaron hacerles caso, provocando que la escapada se fuera complicando por momentos.
Este grupo de inmigrantes protagonizó ayer uno de los escasos acercamientos que está habiendo hacia Ceuta, en este caso por mar, de subsaharianos. Desde hace semanas los acercamientos al vallado son escasos, al igual que las salidas en embarcaciones. Es el resultado de la menor presión en los montes desde que la población de Castillejos saliera en manifestación exigiendo una acción policial por el ataque sufrido por una de sus vecinas. La Policía marroquí realizó una mayor presión sobre los campamentos y sus ocupantes se han ido desplazando y alejando de la frontera.

Periplo con punto y final en San Amaro

Los subsaharianos perdieron el motor de su lancha, en la que estaban hacinados

La embarcación que ven en la imagen superior, en la que no caben más de seis personas, estaba ocupada por quince. El peso hizo que su travesía se llevara a cabo en malas condiciones. Perdieron el motor y terminaron casi naufragando a la altura de la playa de La Bolera. Los GEAS recuperaron el motor y en el mar todo estuvo controlado por el Servicio Marítimo, Cruz Roja y la presencia testimonial de la Gadir.

A salvo y secos, a la espera del traslado
Los inmigrantes llegaron sanos y salvos, pero su travesía pudo terminar en tragedia

A excepción de la embarazada, el resto de inmigrantes eran varones. Recibieron ropa seca y mantas de Cruz Roja antes de ser trasladados al Cuerpo Nacional de Policía. Su mirada lo dice todo.

Toma de datos improvisada
En el propio lugar en el que fueron rescatados se filió a los subsaharianos

La inmigración aparece donde menos uno se lo espera, así que las ‘oficinas’ para tomar los datos deben improvisarse. Ayer los agentes terminaron filiando a los subsaharianos en la propia zona en donde fueron rescatados, en la playa de La Bolera. Esos datos son después trasladados a la Policía Nacional que es la encargada de tramitar la oportuna documentación. Los inmigrantes quedaron ingresados en el CETI, a excepción de la joven Kazy, embarazada, que quedó en el Hospital.

Un caso preocupante
Un joven con hipotermia dio el susto a la Benemérita

Este joven que ven tendido, tapado para intentar que entrara en calor, dio el susto a la Guardia Civil. Llegó en mal estado, aquejado de hipotermia, pero los agentes, al darse cuenta, le empezaron a poner prendas y buscaron la forma de darle calor para evitar que fuera a más hasta la llegada de la Cruz Roja.

El grupo completo, ya en tierra
El grupo de 15 subsaharianos quedó a salvo ya en tierra, tras el rescate de los agentes

Pasadas las 9.30 horas se conseguía controlar la situación, ya que todos los inmigrantes quedaban a salvo en tierra. Se les empezó a retirar la ropa mojada y se esperó a la llegada de Cruz Roja para que empezara a distribuir las ropas secas y las mantas para entrar en calor.