Opinión

15 días

Ese es el tiempo que el colectivo asiático lleva en protesta ante la casa del delegado del Gobierno. 15 días. Un periodo en el que ha pasado de todo: han sido ‘acosados’ por la empresa de limpieza siguiendo directrices políticas, han soportado los focos de luz de madrugada para romper su sueño, se les han retirado los cartones del suelo con los que se protegían del frío en un hipócrita cumplimiento de las ordenanzas... Pero a pesar de todo eso han seguido unidos y firmes en su protesta. Sencillamente porque son fuertes y porque tienen razón. No se les puede tener casi un año -en el caso más extremo- bloqueados en una ciudad por otros intereses que nadie explica o que nadie quiere explicar para no causar sonroja. Porque hay veces que las ‘batallas’ político-policiales se quieren ganar a costa de los pobres, de los desfavorecidos, llevándolos a un extremo que causa rechazo.
Nadie es capaz de entender lo que está pasando con el colectivo asiático. Mucho menos la postura que la administración está teniendo con ellos. Han caído demasiado bajo. Es un insulto al corazón y a las conciencias de todos lo que se ha hecho y se sigue haciendo con estas personas. No. No es una mentira de un partido político. Es verdad que estos hombres han sido acosados hasta la extenuación, han sido objeto de baldeos constantes para echarlos, de presiones nocturnas a base de una vigilancia policial que hasta los propios policías han repudiado... y todo esto con el único fin de cansarlos, de romper su unión, aprovechándose de la genérica indiferencia social.
Los integrantes del colectivo asiático constituyen un grupo de hombres buenos, de gente solidaria que hasta te ofrece su comida sin tener nada, que ayuda a los que tienen problemas sin querer aceptar una contraprestación económica. Ya los ven. Están en una esquina en la plaza, apartados del resto, como si no quisieran molestar a los demás. Incluso durante la famosa tromba del pasado viernes, algunos se tapaban con plásticos y permanecían sobre los bancos de la plaza, sin causar lástima entre el resto. Otros se escondían en los garajes. Parecían no importar a nadie, ni esa noche ni las posteriores.
A este grado ha llegado la situación, la deshumanización colectiva, el desprecio político hacia el respeto de los derechos humanos. Todo queda bien sobre el papel, todas las normas son respetadas de boquilla, todo eso es así mientras no nos toque de cerca para ponernos nerviosos y forzar que tomemos decisiones.

Entradas recientes

Ceuta viaja con ilusión al Nacional de Comunidades Autónomas de petanca

Las selecciones de Ceuta de petanca han tomado rumbo este viernes para el Campeonato de…

03/05/2024

La ruta de los espigones se contiene con 46 entradas en 17 días

El balance migratorio publicado por el Ministerio del Interior para recoger las entradas ocurridas en…

03/05/2024

La Copa Intercontinental pendiente de una última y decisiva jornada

La ausencia de viento ha impedido competir este viernes a la flota participante en la…

03/05/2024

'Isla de León' y 'Vendaval', unión en una imagen de la Armada

Hay imágenes y escenas generadas por la casualidad que terminan cobrando protagonismo. Es al menos…

03/05/2024

Interceptan 30 kilos de marihuana en bolsas de patatas fritas dentro de un camión

La Guardia Civil, en colaboración con Interpol y en el marco de la 'Operación Seloni',…

03/05/2024

Marruecos desarticula una célula terrorista que operaba en Tánger y Tetuán

Las autoridades de Marruecos han detenido en varias ciudades a cinco personas que presuntamente formaban…

03/05/2024