129 Aniversario de la Academia General Militar (yII)

Al comenzar su actividad en 1883, la Academia General Militar hizo suya la Bandera del Colegio de Infantería con la que juraron las tres primeras promociones, pero como un centro tan distinguido por el Rey Alfonso -recientemente fallecido- no podía pasar desapercibido a los ojos de su viuda doña María Cristina, esta augusta dama se dignó bordar con sus propias manos una Bandera dedicada a la General que fue solemnemente entregada en el patio del Alcázar el 17 de Julio de 1886 por el general Blanco, como comisionado de la Reina, quien después de su alocución fue contestado por el general Galbis con un emotivo discurso, que cerraba su contenido con el patriótico párrafo: “Quien sirva en esta Academia y jure ante esta Bandera, aunque quisiera ser traidor no podrá serlo nunca.” No se habían superado todavía las consecuencias del incendio que destruyó el Alcázar en la noche del 9 al 10 de enero de 1887, cuando en 1890 comenzó a gestarse una nueva reorganización de la enseñanza militar, de la que la Academia General Militar no saldría bien parada, ya que quedaba clausurada por el Orden de 8 de febrero de 1893, siendo Ministro de la Guerra el general López Domínguez. De nada sirvieron los buenos resultados obtenidos por aquel Centro en sus años de vida ni los propósitos que se habían planteado para mantener unidos a los miembros del Ejército, suprimiendo las preeminencias y costumbres de cada Arma o Cuerpo.  
Habría que esperar a que la General resucitase en Zaragoza, en su “Segunda Época”, para que otra vez renaciese el espíritu impuesto por Galbis en Toledo. Después del desastre colonial de 1898 y en período posterior al Desembarco de Alhucemas, el presidente del gobierno de S.M. Don Alfonso XIII, general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, propone al rey la firma del decreto de reapertura de la Academia General Militar. Esta segunda Academia General se instaló en Zaragoza por su tradición heroica, privilegiada situación, y por proximidad del campo de maniobras de San Gregorio, sintiéndose desde entonces entrañablemente vinculada a la tierra aragonesa. La admirable y lucida edificación que desde entonces la alberga es paradigmática del estilo mudéjar aragonés moderno, con un señorial patio de armas que nunca olvidarán los que en él formaron. Como primer director del nuevo centro el gobierno eligió a un joven y prestigioso general, con una brillante hoja de servicios: Francisco Franco Bahamonde, que desempeñó el cargo hasta julio de 1931 en que la Academia es disuelta por segunda vez. Es en esta segunda etapa cuando surge el Decálogo del Cadete, considerado como un tratado de ética militar que rigió y sigue rigiendo la formación militar de los alumnos.
Terminada la guerra civil (1936-1939) se reorganiza la Academia General Militar por Ley de 27 de septiembre de 1940. Y, el 15 de septiembre de 1942, abre nuevamente sus puertas a la primera promoción en su “Tercera Época”; en esta ocasión bajo la dirección del general D. Francisco Hidalgo de Cisneros y Zúñiga. La Academia General Militar en la actualidad, sin desprenderse de su primigenio espíritu, ha evolucionado hasta convertirse en uno de los centros militares más prestigiosos a nivel internacional, ingresando y asistiendo a ella alumnos de otras nacionalidades. Desde aquella remota etapa inicial, La General, ha ido incrementando su ámbito docente haciendo evolucionar sus enseñanzas adecuándolas al momento social de España, y al desarrollo tecnológico y científico de nuestros tiempos. Hasta la fecha, han cursado estudios en sus instalaciones más de 22.000 oficiales del Ejército de Tierra, Guardia Civil y Cuerpos Comunes de la Escala Superior de Oficiales y de la extinguida Escala de Oficiales. Como hitos importantes en esta tercera singladura, merece destacar la incorporación de la Guardia Civil a partir de 1951, la incorporación de la primera mujer en 1990 como integrante del Cuerpo General de las Armas del Ejército de Tierra y, en el inicio de 2010, del nuevo modelo de enseñanza militar que comprende, en un aspecto, la formación militar general  específica, y por otra, la reglada al título de grado de Ingeniería de Organización Industrial.