Un joven matrimonio ceutí se ha visto afectado por el estado de alerta que se ha decretado en Estados Unidos como consecuencia de la ola de atentados que vivió el pasado martes el país norteamericano, y no ha podido todavía emprender el viaje de regreso a España, donde tenían previsto haber llegado ayer. En el momento de los ataques, la pareja se encontraba hospedada en un hotel neoyorkino situado en la isla de Manhattan, muy cerca del lugar que 'presidían' las ya inexistentes Torres Gemelas. Afortunadamente, ninguno de ellos, ni un matrimonio de Almería de su misma familia con el que habían viajado a Estados Unidos, han sufrido daños personales.
El cabeza de familia del matrimonio ceutí es un policía local de algo más de 30 años que responde al nombre de José Javier Salina. El agente del Cuerpo de la Ciudad Autónoma llegó a jugar hace unos diez años en la División de Honor de la Liga Nacional de Fútbol-Sala con el Ceuta E.S., en aquel entonces llamado Mitsubishi y 'Alminatour'.
El Faro de Ceuta ha podido conocer la situación que está viviendo este matrimonio contactando con ellos a través de 'Trujillo', la agencia con la que concertaron el viaje. Según la información recogida, la pareja se encuentra todavía a la espera de que se reestablezcan los vuelos en Estados Unidos para iniciar el viaje de regreso, que hoy debería haber llegado hasta la ciudad condal para asistir al partido de la Champions League que el FC Barcelona debería haber disputado con el Olympique de Lyon, y que ha sido suspendido por la UEFA, precisamente por los atentados de Estados Unidos.
Desde el pasado martes, el matrimonio ceutí no ha podido salir del hotel en el que se alojan, siguiendo las instrucciones dadas a los turistas. Todos ellos han tenido que acreditarse incluso para poder circular por el hotel, y aún así los servicios de seguridad les piden constantemente su identificación, lo que supone una buena muestra del clima que se está viviendo en Estados Unidos. Además, hasta ayer, prácticamente no han podido conocer con exactitud el alcance de los ataques que ha sufrido el país norteamericano, ya que "sólo veía la televisión durante cuatro o cinco minutos y luego se cortaba", según indicaban.
Así, el matrimonio se encuentra "asustado" y con ganas de emprender el viaje de regreso, y no se descarta que ésto pudiera ocurrir a lo del día de hoy. Al menos, el mismo día de los ataques pudieron contactar telefónicamente con sus familias para, así, poder tranquilizarlas. La llamada fue realizada desde el hotel en el que se hospedaban, aunque tuvieron que guardar 'cola' durante tres horas y la duración de la conversación sólo fue de un minuto, ya que el tiempo máximo que les permitían a cada uno de ellos.
Las agencias de viajes locales no tienen en sus listas los nombres de ningún ceutí más que se haya quedado 'atrapado' en Estados Unidos, aunque no se descarta que algunos pudieran haber viajado por su cuenta. Por su parte, el Gobierno español ha facilitado dos números de teléfono del Ministerio de Asuntos Exteriores para los turistas españoles o familiares que residan en Estados Unidos (91 379 17 09 y 91 379 16 28).
Por otro lado, varios ceutíes se han visto afectados por la suspensión de los vuelos con Estados Unidos. Algunos de ellos tenían previsto viajar en los próximos días y otros en octubre, pero ahora mismo los vuelos están cancelados, según informaron desde distintas agencias de viajes de la ciudad. No obstante, los problemas podrían llegar con paquetes turísticos ya cerrados para aquellos que por miedo ya no quieran viajar a Estados Unidos.
Expectación, consternación y sorpresa en Ceuta
Los ceutíes vivieron la ola de atentados terroristas de Estados Unidos con la misma consternación con la que lo hicieron el resto de los españoles. La hora a la que se iniciaron los ataques (las 14.45 en España) hizo que las televisiones se convirtieran en el centro de atención de todos los ciudadanos, que en esos momentos se encontraban en pleno informativo o a punto de iniciarlo. La radio también fue otro medio importante a la hora de conocer el alcance de la situación mientras el mundo intentaba asimilar que las víctimas se iban a tener que contar por miles.
Más problemas tuvieron aquellos que quisieron seguir la noticia por Internet, ya que hubo momentos en los que la red estaba prácticamente colapsada. La atención prestada por los caballas se prueba con las ventas de diarios. En todos los quioscos del centro las ediciones de periódicos nacionales estaban agotadas desde primeras horas de la mañana, al igual que pasó con 'El Faro'.
En la Delegación del Gobierno se vivió la situación de un modo especial. Su máximo representante, Luis Vicente Moro, estuvo en todo momento pendiente de las noticias que transmitía la cadena norteamericana CNN, siguiendo las traducciones de su esposa. El delegado, que reconocía a 'El Faro' estar "horrorizado" por lo sucedido en Estados Unidos, estuvo siempre cerca del denominado 'teléfono azul' que enlaza directamente con La Moncloa para poder seguir cualquier instrucción que diera el Gobierno español.
Todo esto sucedía después de que el Ejecutivo de Aznar diera la orden de que la Delegación -al igual que las otras 18 que hay en España- constituyeran su gabinete de crisis, lo que sucedió a las tres en punto. Todo esto se plasmó en el refuerzo de los controles en el puerto y en la frontera del Tarajal, enviando un mayor número de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Edición en papel de El Faro de Ceuta del 13 de septiembre de 2001.