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Los policías nacionales y los guardias civiles se vieron superados por los camalos
Más de 1.500 personas protagonizaron en la tarde noche de ayer una avalancha en la frontera. Después de permanecer varias horas cargados de bultos intentando cruzar a Marruecos y tras saber que los controles aduaneros en el lado vecino se habían relajado, todas las personas retenidas en las proximidades de la frontera salieron a la carrera. Unos pocos guardias civiles y policías nacionales se veían frente a la masa de hombres y mujeres.
Pudo haber ocurrido una tragedia. Las escenas recuerdan las vividas hace un año, de nuevo el espacio fronterizo está marcado por el caos.
Lo que está ocurriendo es el reflejo de una clara ruptura de relaciones. No hay conexión entre ambos lados y todo funciona de forma aleatoria. Sin hoja de ruta sin concierto.
Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que se encontraban, en esos momentos, de servicio en la misma frontera del Tarajal tuvieron que frenar una entrada de subsaharianos, menores y argelinos, que querían aprovechar la salida en tropel de estos ciudadanos marroquíes para entrar ellos en nuestra ciudad. Venían en sentido contrario hacia donde iban los porteadores, pero tanto Policía Nacional como Guardia Civil lograron que no penetrara ninguno. Por lo visto, el grupo más numeroso era el de los subsaharianos.
En Marruecos se vivieron ayer las peores escenas, con varias mujeres heridas al querer entrar en nuestra ciudad. Hubo avalanchas y las ambulancias se llevaron a varias heridas. Pasó ayer pero lleva pasando toda la semana.
Porteadores
Los porteadores pasan por Tarajal 1 y Marruecos no controla nada, ni discrimina a los que quieren acceder.
Muchos ceutíes que se están dedicando al porteo o que sencillamente cruzan con alguna bolsa de mercancía denuncian que les retiran el pasaporte en Marruecos y les golpean. La tensión va a más. Cada jornada es peor que la anterior.
La falta de efectivos es también una evidencia y la falta de operatividad de carriles también. La Policía se comprometió a abrir varios este viernes. Después de lo ocurrido no se sabe a ciencia cierta qué pasará. Porque ya no hay orden, todos los días hay colas y caos. Las autoridades no informan oficialmente de lo que sucede.