Los sectores del PP, por lo visto, no son iguales para todos. El pasado lunes publiqué una noticia donde aseguraba que existía un grupo cualificado de dirigentes y militantes del Partido Popular que querían la salida del delegado del Gobierno de la Plaza de los Reyes, al considerar que era el culpable del paso adelante que había tenido que dar Juan Vivas en la polémica del Tarajal.
Y que esa polémica del Tarajal le estaba causando al presidente de la Ciudad quemar su caudal político, esa caudal que le ha llevado a ganar por mayoría absoluta cuatro elecciones autonómicas en nuestra ciudad y, por ende, causaba un daño importante a las siglas del PP, de quien Vivas sigue siendo el principal referente electoral. No pasaron 24 horas sin que por parte de la ejecutiva del Partido Popular se emitiera un comunicado, donde se intentaba desmentir la noticia y se establecía un apoyo sistemático a la labor del delegado del Gobierno.
Sin embargo, no han pasado siete días, cuando otro medio de comunicación de Ceuta ha vuelto a utilizar casi las mismas tesis que dejé en la información publicada el pasado lunes y, sin embargo, nadie del Partido Popular ha dicho esta boca es mía. Nadie ha desmentido que el apoyo del Vivas al delegado esté llevando al Partido Popular hacia una debacle electoral que un sector del Partido Popular quiere frenar, según ha manifestado el citado medio de comunicación.
Por lo visto, entonces, hay sectores para unos que no son válidos y sectores para otros que sí lo son. Lo cierto es que el Partido Popular, como formación política, han pasado tres meses desde la celebración del Congreso, no tiene una existencia clara.
Nadie ha comparecido para abordar ninguno de los asuntos que preocupan a los ciudadanos. Ninguno de los cuatro rutilantes vicesecretarios han dado vida a la formación política, por lo menos, de cara al exterior, aunque, a lo mejor, de cara al interior el trabajo es intenso y lo saben los militantes por lo menos.
No me parece, desde luego, nada correcto que el Partido Popular tenga distinto rasero para medir las noticias de unos o de otros. Pero vamos, allá cada uno.