200 escolares de 7 centros educativos aislados en plena naturaleza sin tecnología durante cuatro días. Se trata de un proyecto de convivencia que cumple 19 años y que brinda la oportunidad de disfrutar de una experiencia diferente y que quedará para el recuerdo.
Las jornadas están totalmente planificadas desde el momento en que amanece. Los escolares se sumergen en variados talleres como montaje de instrumentos musicales, globoflexia, clases de baile, labores en la playa o actividades de senderismo.