-
El Tarajal volvió a convertirse en una frontera imposible de cruzar, con esperas de hasta once horas; por la noche hubo avalanchas y ayer tarde un autolesionado
La frontera se ha convertido en el escenario que nadie entiende. Y esto es así porque de la tranquilidad y el vacío se puede pasar al colapso en cuestión de momentos.
Durante la jornada de ayer se repartieron más de 1.800 tarjetas. Pero los porteadores se agolpaban en el ‘Tarajal 2’ temerosos de lo que escuchaban en la otra parte de la frontera: que Marruecos estaba retirando los bultos a medida que cruzaban el paso fronterizo. Por ello, no se atrevían a salir de territorio español y, finalmente, lo hicieron todos casi a la vez, aunque sin que se produjera ninguna avalancha, al menos en el lado ceutí. Según comentaban algunas de las porteadoras que esperaban pacientemente su turno hasta llegar al país vecino, a primera hora de ayer sí se vivieron momentos de tensión en el lado marroquí y pequeñas avalanchas. Y no solo por la mañana, también por la noche, en donde hasta 400 personas protagonizaron un intento a la desesperada por alcanzar el lado marroquí para quedarse a pernoctar en sus pasillos y ser los primeros en coger el ticket. Se subían por las vallas, se tiraban unos a otros, así hasta que a las diez de la noche quedaron en el lugar haciendo cola para ser los primeros en la apertura del paso. Llevaban desde las cinco de la tarde esperando.
Más tranquila era la situación por la mañana en la parte española, pese a los continuos cierres intermitentes que generaba largas colas y que, en alguna ocasión, llegó a paralizar el tránsito hasta Marruecos durante casi una hora. Sesenta minutos que generaron instantes de nerviosismo entre los porteadores que intentaban llevar la mercancía al otro lado de la frontera.
Finalmente, la apertura del paso fronterizo puso en marcha la larga fila de porteadores, siempre controlados por agentes de Policía y vigilantes de seguridad que conseguían mantener la calma e impedir que las carreras derivaran en avalanchas o desafortunadas caídas.
No obstante, los agentes de Policía tuvieron que intervenir nuevamente ante la presencia de algunos individuos que intentaban colarse sin guardar la fila y que pasaban incluso por delante de personas que requerían de muletas para trasladarse. Precisamente estas personas tampoco disponían de tickets para el pase. Tickets que, por cierto, se siguen revendiendo a 250 dirhams, causando el enojo de los comerciantes. Hay personas que están dedicándose a la venta y ayer, según fuentes oficiosas, se habría localizado a una de ellas.
Ante el problema derivado del porteo asoma el de las colas. Ayer superaron las 11 horas de espera. Una auténtica barbaridad. Ciudadanos españoles que regresaban vía Tánger a Ceuta para embarcar con destino a la península se mostraban desesperados porque habían perdido los distintos enlaces con la naviera: el de las 13.00, 19.00 y hasta 22.30 horas. Los testimonios de los afectados eran desesperantes. Y en medio de todo este caos, un ciudadano marroquí al que la Guardia Civil impidió la entrada al no tener los papeles en regla salió de su vehículo y se autolesionó. Se requirió una ambulancia pero se negó a que lo atendieran marchando del lugar ensangrentado por su propia voluntad.
Las colas de los coches en las 2 direcciones normalmente son provocadas por la policía Española y puntualmente como ayer por la Guardia Civil.
Marruecos lleva 2 meses sin provocar ni una cola.
No sé que pretenden ni a quien quieren engañar. Es algo que no es una opinión mía se puede comprobar en el sitio.
No se si en la parte Española toma las decisiones alguien que no tiene ni idea o no ha pisado nunca la frontera, pero que nos está jodiendo y jodiendo el comercio de Ceuta.
Y no me refiero al comercio atípico, me refiero a todo el comercio.
Si esto sigue así turistas Marroquíes no va a entrar ni uno, ya os lo digo yo que paso a menudo.
Y por favor no nos toméis más el pelo y decid la verdaD. MARRUECOS AHORA NO TIENE NINGUNA CULPA
Siete horas para entrar, en la parte española con sus controles de documentación de vehículos tan minuciosa y lenta, así como el descanso entre uno y otro, hizo que la frontera fuera un caos, Sin hacer por lo menos un pasillo para coches de los Ceutís.