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Las propuestas deben ir avaladas con el apoyo de más de 90 militantes de la formación
Hace ya una semana que se reunió la Junta Directiva Regional del Partido Popular para formalizar la ‘hoja de ruta’ del Congreso que se celebrará en una sola jornada, el sábado 25 de marzo. El jueves volvió a reunirse el comité organizador que está presidido por la consejera de Sanidad, Servicios Sociales, Menores e Igualdad, Adela Nieto para seguir perfilando las distintas fechas que culminarán con la celebración del propio Congreso. La primera de estas fechas claves es el próximo 4 de marzo, sábado, última jornada donde se podrán presentar las candidaturas a la Presidencia del partido. Hasta ahora, la única persona que ha anunciado que optará a presidir el Partido Popular en un nuevo mandato será el actual máximo responsable, Juan Vivas. Aún todavía no ha presentado los avales necesarios que son superiores a 90 militantes para que su candidatura sea aceptada. Aunque existen muchos rumores en círculos políticos sobre la posibilidad de que algún grupo contrario a Vivas se anime a última hora y ponga encima de la mesa un candidato, de momento no se ha pasado del simple rumor. En el caso de Vivas, tampoco aún ha entregado las firmas de esos militantes que le apoyan.
A partir de ese día, en función de que haya uno o dos candidatos, varía esa formulación del Congreso. Para el 10 de marzo está prevista la asamblea de militantes. Es decir, en ese día se votarán a los compromisarios que estarán presentes en el Congreso del día 25. Si hubiera dos candidatura a la Presidencia, se colocaría una segunda urna para votar a la persona para ocupar la Presidencia de la formación política. Una vez que la votación se cierre, si uno de los candidatos ha obtenido más de 50% de los apoyos y obtiene una diferencia de 15 puntos sobre el segundo, entonces sería proclamado presidente de manera inmediata y luego en el Congreso sería ratificado. Si esa circunstancia de diferencia en número de votos no se concretara, entonces seria en el día del Congreso donde los compromisarios serían los encargados de elegir al nuevo presidente de la formación política.