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La tercera sesión judicial celebrada ayer en la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta se vio súbitamente interrumpida durante la declaración de uno de los agentes de Policía Nacional al ser advertido el tribunal que la grabación del juicio no se estaba registrando con la debida calidad
No es la primera vez que los juicios en la Audiencia se han visto interrumpidos por los fallos informáticos. La situación era tensa, pues la grabación de las declaraciones apenas eran audibles al ser reproducidas, y ello podría motivar la nulidad de todas los interrogatorios ya practicados desde la primera sesión celebrada el pasado martes.
Técnicos, auxilios judiciales, secretario, informático, fiscal, defensa y magistrados se arremolinaron en torno al ordenador de la discordia y concluyeron que, bueno, como mal menor el audio se escuchaba con una mínima calidad utilizando auriculares. En todo caso, a lo largo de la vista judicial de ayer se volvieron a realizar estas comprobaciones con nuevos problemas en el camino que con mano derecha y ánimo de consenso fueron solventadas para poder continuar con las declaraciones.
Fue el momento tenso tras el interrogatorio a un policía nacional a través de videoconferencia. El agente compareció desde los juzgados de Melilla y se advirtió al mismo de que no se marchara del lugar hasta comprobar que su testimonio se escuchaba correctamente. Ciertamente fue así, pero lo que no quedó registrado fueron las preguntas del Ministerio Fiscal. Ello ocasionó un nuevo debate sobre la posibilidad de que en un hipotético recurso de la defensa esta declaración pudiera ser nula, pues existen precedentes.