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Los dos asaltantes entraron a cara descubierta armados con una pistola y golpearon con la culata al propietario
Dos delincuentes, armado uno de ellos con una pistola, atracaron a primera hora de la mañana de ayer el establecimiento Ultramarinos Fidel que se encuentra en la calle González de la Vega y donde se apoderaron, según confesó el mismo propietario de la tienda de algo más de doscientos euros que tenía guardado para el cambio.
Fidel Velasco lleva toda la vida con su pequeña tienda de ultramarinos en la calle González de la Vega. Hoy por hoy es de los pocos comercios que ha podido hacer frente a la aparición de los supermercados y de las grandes superficies de alimentación. Es, a buen seguro, el más antiguo de toda la zona de confluencia de las calle Cervantes y González de la Vega.
Después de más de 50 años abierto, ayer por la mañana fue la primera vez que le atracan. Había estado siempre bendecido por esa suerte de no toparse nunca con ningún hecho desagradable como el que le tocó vivir a primera hora de la mañana. Hacia las ocho y veinte de la mañana tenía aún la puerta del establecimiento encajada, aunque había abierto la persiana metálica, indicando que se encontraba ya dentro para atender a los primeros clientes. Son muchos los niños que acuden a esa hora para que Fidel les haga los bocadillos que luego se comerán en los recreos de sus respectivos colegios.
Tal y como narra el propio dueño del establecimiento se encontraba al final del mismo colocando una serie de botellas cuando, de pronto, entraron dos jóvenes entre los 25 y los 30 años. Uno de ellos con gafas de lectura y ambos a cara descubierta. El que parecía ser el cabecilla llevaba un arma de fuego que, según indica el mismo Fidel Velasco, estaba seguro de que se trataba de una pistola simulada. Comenzaron a dar gritos para intentar acobardar a este comerciante, con más de 70 años a sus espaldas, pero él mismo reconoce que “le eché valor y me enfrenté a ellos. Entonces me tiraron al suelo y me golpearon con la culata detrás de la oreja”.
Los delincuentes saltaron el mostrador y se fueron directos al lugar donde Fidel guarda el dinero del cambio. Asegura que se llevarían “unos doscientos euros largos, porque aquí tengo la obligación de tener bastante dinero cambiado, porque es un negocio que lo necesita”. Confiesa igualmente que “la parte gorda la tenía en otro lugar, a buen recaudo”.
Está convencido de que estas personas conocían a la perfección el funcionamiento del establecimiento porque conocían donde esta el cambio. “Tenían el plan preparado a la perfección y les ha salido bien”.
Después de ver como se habían apoderado ya del dinero del cambio, entonces desde el mismo suelo el propio propietario comenzó a chillar, llamando la atención de las personas que a esa hora ya circulaban por el lugar. Los delincuentes ya se habían apoderado de lo que querían y salieron corriendo.
Fidel reconoce que nunca había tenido ningún problema de seguridad “y ésta es una calle por la que siempre hay muchas personas pasando. La prueba es que les han visto salir corriendo y desapareciendo”.
Minutos después de ocurrir los hechos se personaron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, a quienes les relató lo que había vivido en primera persona, mientras que los agentes de Policía Científica procedieron a la realización de su trabajo por si encontraban huellas que hubieran podido dejar estos dos delincuentes en el tiempo que permanecieron en la tienda.
Preocupación en la CECE por la inseguridad
La CECE indica que “estamos viviendo una oleada de agresividad inusitada en la ciudad en estos últimos meses”. Los empresarios señalaron que en estas fechas, señaladas, evidentemente, “son unas fechas en las que hay muchísima más afluencia de gente en las calles por las festividades y las compras y demás, a los empresarios no sólo nos preocupa evidentemente aprovechar las ventas q en la ciudad en estos últimos meses, sino que todo transcurra con normalidad”.