Una familia ceutí se encontraba con una desagradable sorpresa a su regreso a nuestra ciudad al descubrir que los dos ascensores de la zona de embarque no se encontraban operativos. Este inconveniente no sería mayor problema de no ser porque uno de los miembros de esta familia debe trasladarse en silla de ruedas por una amputación de piernas. Al encontrarse con esta situación se lo comunicaron a personal de las navieras que, a su vez, trasladaron el problema al servicio técnico, si bien antes advirtieron que la llegada de los técnicos podrían demorarse una hora o bien un día. “Después de 20 minutos de espera nos dimos cuenta que no iba a venir nadie. Mi padre, que está en la silla de ruedas, estaba cansado después de un día de médico y mi madre estaba fatigada del viaje”, explica la hija del afectado.
Así las cosas, decidieron bajar por las escaleras mecánicas con la ayuda de otros pasajeros que habían sido testigos de esta situación. “El personal de las navieras nos dijeron que no es cosa de ellos, sino del servicio técnico, pero es una impotencia estar ahí sin que nadie nos ayudara. O sea que si no viene ningún técnico ¿tendríamos que haber pasado la noche allí arriba?”, se pregunta.
Esta familia ya ha decidido interponer una queja formal para evitar que situaciones como ésta “vuelvan a repetirse y no dejen a su suerte a una persona que necesita el ascensor para desplazarse”.