El Auditorio del Revellín ha acogido la celebración del Patrón de la Policía Nacional. Y lo ha hecho acogiendo un acto de entrega de medallas a distintos componentes y unidades del CNP, además de personal ajeno al Cuerpo, entre ellos la magistrada Raquel Lucini, que es la que está instruyendo, entre otras causas, la relacionada con las VPO de Loma Colmenar.
Ha sido condecorado también el grupo de la UDYCO que procedió a la detención del apodado ‘Chino’, como presunto autor de la muerte a disparos del ‘Mape’. El delegado de Fronteras del delegado del Gobierno también recibió una placa.
Seguidamente, el capitán de la Guardia Civil José Rafael Martínez Jiménez leyó un poema, un canto al compañerismo.
El jefe superior de la Policía, Alfonso Sánchez, ha destacado que la Policía Nacional es un Cuerpo sólido que da respuesta al catecismo policial y que se sustenta en valores como la honradez, el servicio y la entrega a los demás.
Respecto a las medallas entregadas ha valorado su número y ha dicho que están todas justificadas. Ha aprovechado para valorar operaciones de lucha contra el terrorismo llevadas a cabo este año, así como la cooperación con la Guardia Civil, a la que ha definido como "cuerpo hermano". En cuanto a los datos estadísticos ha recalcado que se ha controlado a más de 16.000 personas en la frontera y que se han desarrollado actividades destacadas como la detención de 'El Chino', como presunto autor de los disparos que terminaron con la vida del apodado 'El Mape'.
Por su lado, el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, ha manifestado que los datos estadísticos demuestran que Ceuta está por encima de la media nacional, "pero si quitáramos las infracciones que provienen de la frontera y del puerto, seríamos de las ciudades con menos delitos en nuestro país".
Hizo un llamamiento el delegado del Gobierno para que las informaciones sean rigurosas y huyan del alarmismo, porque, desde su punto de vista, la exageración en la publicación de los hechos delictivos llevan consigo una serie de efectos negativos como la desmoralización de las fuerzas policiales y la mala imagen que transmite nuestra ciudad al resto de España.
El delegado añadió que "asimismo, se ha comentado un, también entre comillas, “alarmante aumento” de la criminalidad en las últimas semanas en la ciudad. Pues bien, las estadísticas del mes de septiembre de 2016, respecto al mismo mes de 2015, arrojan un descenso del 18% en los robos con violencia, del 37% en robos con fuerza en viviendas, y del 30% del conjunto de los delitos contra el patrimonio. El índice general del mes arroja un descenso de las infracciones del 14% respecto al mismo mes del año anterior.
"Son solo dos muestras. Podría dar más. Solo pido, humildemente, más rigor, en beneficio de Ceuta, y en el de los que a diario desarrollan una brillante y entregada actuación policial. Es evidente que al ciudadano que haya resultado víctima de un delito, mis palabras no le van a servir de consuelo, y sólo podemos disculparnos ante él por no haber sido capaces de evitarlo", ha manifestado.
"Pero para saber si estamos actuando correctamente, hace falta un análisis racional y objetivo, que va más allá de un hecho concreto, y que es el objeto de mi petición. De un tiempo a esta parte, los ceutíes nos hemos acostumbrado a pedir una cosa y la contraria, y a no aceptar las consecuencias negativas de ninguna de las dos. Es una actitud que, con todo respeto, me atrevería a calificar de contradictoria. El denominado comercio fronterizo atípico y el turismo son difíciles de compatibilizar, a pesar de los enormes y poco reconocidos esfuerzos que a diario realizan nuestras FCS en la frontera. Por otra parte, la fluidez absoluta en la frontera está reñida con la seguridad. Sin embargo, queremos comercio fronterizo, turismo, fluidez y seguridad. Sin perjuicio de reconocer, una vez más, que el Estado no ha hecho los deberes en materia de infraestructuras desde hace décadas, tenemos que hacer, entre todos, el esfuerzo de fijar una estrategia, y ello implica renuncias. No se puede querer todo y a la vez", han sido sus palabras.
Ya como ceutí reflexionó sobre la situación en la frontera del Tarajal, reconociendo que en muchas ocasiones, "los ceutíes piden una cosa y la contraria. Está muy claro que comercio y turismo son difíciles de compatibilizar y la fluidez está reñida con la seguridad". Por último sí comentó que el Estado no había hecho sus deberes durante años en materia de infraestructuras.