El mayor problema de nuestra ciudad, el que más preocupa a los ceutíes y el que en mayor medida determina su presente y futuro bien merece que todas las partes implicadas se reúnan para tratar de buscar soluciones y para aportar propuestas. Con ese espíritu se puso en marcha la Mesa por el Empleo. El 1 de junio tuvo lugar la primera reunión de los responsables políticos de la Ciudad Autónoma, los sindicatos y la patronal. En aquel encuentro se acordó una nueva reunión 30 días después para recoger en ese tiempo datos concretos y fijar un calendario de encuentros. Desde entonces no sólo ha transcurrido el mes fijado sin que se haya producido la reunión sino que ya han pasado más de tres y se desconoce cuándo podrá tener lugar un nuevo encuentro.
No ha cambiado nada desde aquel 1 de junio en el que todas las partes implicadas se reunieron en el Salón de la Rotonda. En nuestra ciudad continúa habiendo unos 13.000 trabajadores sin empleo y sigue sin atisbarse a corto y medio plazo una salida laboral para la mayoría de ellos. Y tampoco se ven en el horizonte soluciones a largo plazo más allá de que vaya mejorando la situación económica general del país.
La gravedad del problema debería impedir tanto que una iniciativa como la Mesa por el Empleo se muera en el olvido como que sus promotores se queden cruzados de brazos sin buscar alternativas si realmente consideran que ese tipo de reuniones no son operativas ni ayudan a resolver el problema. El desempleo, por el elevado número de personas a las que afecta en nuestra ciudad, merece cuando menos que este asunto ocupe un lugar preferente en las agendas del Gobierno local, de los empresarios y de los sindicatos.