La quema de los vehículos abandonados, tras su inicial despiece, se suma, como rutina indecente, al hecho de que estos vehículos, convertidos ya en amasijos de hierro, siguen estando en las calles. Sucede en Sidi Embarek, en donde hace un par de semanas este medio denunciaba la quema de una furgoneta que previamente había sido abandonada en la barriada. Lo que queda de furgoneta sigue al lado del garaje que fue objeto de varias quemas meses atrás. A su lado chatarra y piezas sueltas de vehículos, lo que ha generado malestar entre los vecinos de la barriada ya que los menores se están acostumbrando a jugar con ella. La misma problemática se repite en otros puntos como el Príncipe, Arcos Quebrados o Loma Colmenar. El modus operandi es el mismo: se despieza un vehículo que luego se quema y ahí se queda hasta que se recoge. Esa recogida tarda, en muchos casos varios meses. Lo denuncian los vecinos.
Las víctimas de esta situación son los residentes pero también los bomberos. Están molestos y más que hartos. Lo denunciaba ayer, en la cadena Cope, el representante de UGT en el Cuerpo, Gonzalo Sanz. Él lo tiene claro: “La inmensa mayoría de los incendios” que se están produciendo en estas últimas semanas “son puro vandalismo”. Se refiere Sanz por ejemplo a las quemas en el Sarchal, en donde también existe la mano de imprudentes que fuerzan así que limpien los accesos a la playa provocando incendios de matorrales.
Ayer hubo más: al lado de la guardería del Príncipe, en la carretera de Loma Larga y, de nuevo, en Arcos Quebrados. Todos ellos de rastrojos y matorrales. El último, de noche, en una ladera próxima al Hospital Universitario. Fue el más grave, se necesitaron tres dotaciones de bomberos, compuestos de una bomba ligera, dos nodrizas y 8 efectivos, que pudieron atajar el incendio de una superficie de hierba y matorral de unos 2.000 metros cuadrados. Sobre las 23:00 el fuego estaba prácticamente apagado, habiéndose necesitado para la operación unos 7.000 litros de agua.
Recuerda Sanz que se está produciendo una racha de entre cinco a seis incendios diarios, que son provocados para, incluso, tender emboscadas. Asegura además que no hay protocolo, que el mismo no existe. “El protocolo es un invento, no hay tal, sí hay voluntad de las distintas fuerzas de seguridad de intentar acudir de forma coordinada a estos servicios. Vamos a fuegos a los que llegamos solos y sufrimos apedreamientos hasta que llegue el apoyo. El que diga que hay un protocolo miente”, indica. Sanz se muestra muy crítico por la oleada de incendios que está provocando un desgaste en un servicio que opera bajo mínimos, de ahí que se muestre especialmente crítico con las valoraciones hechas por la consejera de Gobernación, Yolanda Bel, sobre la imposibilidad de actuar en la detención de quienes los provocan. “Sorprende estas declaraciones, es alarmante que la máxima responsable del Gobierno en seguridad diga que no se puede hacer nada, es impresionante. No doy crédito. Me parece vergonzoso que diga esto... la señora Bel debe pensarse si le interesa el puesto que tiene, nunca debería decir eso como responsable de Gobernación”, apuntó. Sanz denuncia el déficit del Cuerpo a nivel estructural, al faltar 20 efectivos en la plantilla, como en los servicios diarios que funcionan con un 25% menos.