Las calles de la ciudad se convirtieron en un hervidero durante la noche del domingo. No era para menos, España no gana un Mundial todos los días y los ceutíes no quisieron desaprovechar la oportunidad de celebrarlo, como la ocasión se merece, hasta altas horas de la madrugada. Desde antes que comenzara el partido empezaban a trabajar los dispositivos especiales de las fuerzas de seguridad, aunque no tuvieron ninguna actuación de relevancia.
La Cruz Roja movilizó dos ambulancias y una veintena de voluntarios que registraron diecinueve asistencias, trece de ellas no requirieron de traslado a un centro de salud –doce eran por pequeñas heridas, las mayoría ocasionadas por algún golpe con las rocas de la playa y otra por una cefalea–, el resto tampoco fueron de gran importancia, excepto un traumatismo cráneo encefálico, ocasionado por una caída por las escaleras.
Tanto la Policía Local como el Cuerpo Nacional de Policía movilizaron dispositivos especiales junto a las patrullas habituales que operan los fines de semana. Y desde ambos cuerpos se destacó la normalidad y la tranquilidad con la que se sucedieron los hechos.
Después de la victoria española entre 3.000 y 3.500 personas se reunieron en la explanada de La Marina, en un acto en el que imperó el civismo.
No obstante, los grandes protagonistas de la noche fueron los atascos que colapsaron las calles de la ciudad durante algo más de dos horas.
El 061 no registró tampoco ninguna incidencia de gravedad a causa de los actos de celebración, a excepción de unas cinco personas en estado de coma etílico, según informaron fuentes sanitarias.
Por su parte, el servicio de recogida de la ciudad, Urbaser, trabajó a destajo durante toda la noche del domingo para que las calles amanecieran en perfectas condiciones. Trabajo que se continuó durante toda la jornada de ayer, según indicaron a este periódico desde la entidad.