La familia de
Yassin Ayt Ihaj está desesperada. Desde que el domingo este joven de 21 años decidiera lanzarse al
mar con su hermano para llegar a Ceuta, nada saben de él ni de su estado de salud.
Todo ocurrió en torno a las ocho de la noche del pasado domingo. Los dos hermanos, vecinos de
Castillejos, se echaron a nadar aprovechando la oscuridad con el sueño de poder alcanzar Ceuta y, una vez en suelo español, cruzar a la Península en busca de un supuesto futuro mejor.
Sin embargo, el hermano de Yassin se arrepintió y se dio la vuelta, mientras que este seguía con su empeño de cambiar de vida a fuerza de brazadas en medio del mar. Un proyecto tantas veces repetido en estas costas, del que se desconoce el desenlace, ya que su familia no tienen noticias de él desde aquel momento.
“No sabemos si está vivo o muerto, si lo han detenido, si ha llegado a Ceuta; estamos desesperados”, explica a El Faro su hermano mayor.
Piden noticias, “buenas o malas”, pero necesitan saber algo, porque, dicen, “ya han pasado tres días desde que dejaron de saber de su paradero y, si no se ha puesto en contacto con su familia, es que no le ha debido de ir todo como esperaba”, argumentan. Yassin vivía en Castillejos, donde trabajaba como escayolista: “No entiendo por qué ha hecho esto, tenía un oficio en su pueblo, era un joven deportista y no le iba mal, pero se le metió en la cabeza que quería irse a España y no dudó en lanzarse al agua a nadar hasta llegar a Ceuta”, declara desesperado su hermano quien comenta que Yassin tiene otros cuatro hermanos más y que todos están muy preocupados por saber de su destino y de su estado de salud.
Una historia que, desafortunadamente, se repite continuamente en nuestras costas. Algo que no es de extrañar si se alza la mirada y se otea, en el horizonte, la extrema cercanía de ambos destinos. Una proximidad que hace a muchos decidirse a asumir un riesgo que, no siempre, termina bien.