Han sido horas complicadas. Mucho. La
borrasca Karlotta ha dejado
cuantiosos destrozos en Ceuta sobre todo debido a las fuertes rachas de viento. Pero entre todas, las más complicadas han sido las relacionadas con las caídas de árboles y ramajes. Afortunadamente no ha habido daños personales, aunque sí se cuentan muchos milagros de personas que evitaron sucesos de mayor calado por pura suerte y que ahora forman parte del grueso de anécdotas que rememorar. El equipo de poda de las
Brigadas Verdes no ha parado desde el viernes hasta hoy evitando esos peligros que todavía eran presentes y podían derivar en
accidentes. No solo había árboles caídos, sino que algunos amenazaban con desprendimientos.
La ruta de intervenciones, atención a los colegios
Tejar de Ingenieros, Los Rosales, Juan Carlos I, Miramar y los colegios ubicados en el Príncipe como el ‘Reina Sofía’ han recibido la visita de esta brigada para ir eliminando esos peligros además de retirar los restos dejados tras la intervención de los Bomberos en muchos puntos de la ciudad. En la particular ruta de actuación preventiva se han retirado unos pinos caídos a la altura de las dependencias policiales de San Juan de Dios, se han tenido que podar árboles en Los Rosales y ramas que afectaban a ejemplares en el colegio Santa Amelia además de intervenir en más barrios en donde existían focos de riesgo. Además de proteger a los vecinos se ha prestado especial atención a los centros escolares para que, cuando se reactiven el próximo lunes, cuenten con todas las garantías evitándose por ejemplo que se produzcan caídas de grandes ramas en los patios donde se suceden los encuentros de juegos y convivencia. Los integrantes de las brigadas no han parado, en una jornada en la que han sido cuantiosos los árboles retirados. Un trabajo en equipo que forma parte del día a día de quienes constituyen una pieza indispensable en esa cadena laboral de prestaciones para el ciudadano.