Vox, que según el CIS es la tercera opción con más tirón entre los ceutíes para las próximas elecciones generales, presentó este miércoles en el Parador ante unas cien personas que casi llenaron la sala habilitada a sus candidatos al Congreso, el ex presidente de la Autoridad Portuaria Rafael Rodríguez, y al Senado, el profesor de instituto José María Rodríguez y la enfermera Yolanda Merelo. El presidente del partido en la ciudad, Juan Redondo, les retrató como un trío “de primer nivel” entre cuyas principales virtudes se cuentan “la honestidad, el esfuerzo y la constancia” para cumplir el objetivo al que están llamados. “La finalidad principal de esta candidatura”, concretó, “es devolver a los ceutíes la ilusión por recuperar el presente para superar la desmoralización, garantizar nuestro futuro y trabajar sin miedos y con valentía para sacar a Ceuta del atolladero político, social, económico y cultural al que una clase política acomodada, interesada y carente de valor nos ha llevado durante décadas, colocando a todo un pueblo al borde del precipicio”. Para conseguirlo, los de Santiago Abascal han buscado a “los mejores” sin preocuparse de si son caballas, como los aspirantes a la Cámara Alta, o no, como Rodríguez, de quien se puso de relieve su “impresionante trayectoria” académica y profesional. El propio ex presidente de la Autoridad Portuaria (en la que apenas permaneció 8 meses hasta su dimisión cuando se dio cuenta de que “no daba el perfil, no me querían y no soy un mendigo político”) destacó que nunca tuvo el carné del PP ni ambición por cargo público alguno hasta que la ex ministra de Fomento, la también gallega Ana Pastor, le ofreció coger las riendas de la Dirección General de la Marina Mercante. “Vox tiene un proyecto político para esta ciudad”, dejó claro el candidato, que ve a Ceuta en un nivel de “declive” inaceptable para una ciudad de gente “trabajadora” que tiene solución sin milagros. “Aquí no hay que buscar petróleo: hay que tener una actividad marítima grande que sea el nicho de los empleos de las nuevas generaciones porque por cada puesto de trabajo que se crea en un Puerto hay siete u ocho indirectos... No hay que descubrir la pólvora, hay que ser eficaz”, resumió. En su somero repaso por los puntos “principales” del programa de Vox para Ceuta, Rodríguez incidió en la necesidad de tener “más seguridad”. Para justificarlo se desmarcó del “buenismo” del resto de partidos y recordó que “en nuestras casas también tenemos puertas que para Ceuta son la frontera, donde hacen falta más efectivos de las Fuerzas de Seguridad y cobertura jurídica para que hagan su trabajo”. También lamentó que la juventud no tenga hoy más salidas que “el paro o la emigración”, que la ciudad esté “cada vez más sucia” y que no se aproveche el mar, el gran recurso natural de la ciudad, para atraer más cruceros, crear un acuario, convertir la lonja en referencia para la flota pesquera española en los bancos africanos, colocarse en el mercado del gas natural licuado... “Recordad cómo era el Puerto de Algeciras hace 20 años y lo que es hoy y cómo ha evolucionado el de Ceuta: nada, es un pantano que mira hacia tierra, y esta ciudad tiene posibilidades, pero quien está en el Parlamento tiene que pelear y no quedarse en el buenismo cómodo de no decir nada”, distinguió. El candidato al Senado, José María Rodríguez, centró su breve intervención en la que considera una de las principales virtudes de Vox: “Tenemos la suerte de ser un partido que dentro de la Constitución y los derechos democráticos está convencido de que todos los rincones de España tienen el mismo valor: unimos democracia, libertades y una realidad nacional aunque mucha gente de izquierdas no esté de acuerdo”, resumió sobre la esencia de una formación que, desde su punto de vista, “responde mucho más que otras formaciones a la necesidad de Ceuta, Melilla y otros territorios despoblados de la península no ser olvidados por quienes solo cuentan votos”. El docente defendió que con las elecciones generales y municipales a la vuelta de la esquina “estamos a tiempo de corregir esto si logramos la fuerza política que necesitamos para imponer nuestros criterios en el Parlamento y en la Ciudad Autónoma”. “Yo soy ceutí y Rafael no pero todos somos españoles y debemos apreciar cualquier aportación venga de donde venga”, concluyó su discurso.