La llamada de una vecina de la
Biblioteca Nacional ‘Adolfo Suárez’ de Ceuta dio la voz de alarma, pues había escuchado un fuerte ruido procedente del mencionado edificio. Un estruendo que se trató, ni más ni menos, de otro acto de vandalismo que se producía a pocas horas de iniciado el nuevo año y en pleno centro de la ciudad. El resultado: una cristalera de grandes dimensiones y de alta seguridad rota. Fue la
Policía Local la primera en acudir a la llamada para constatar qué había ocurrido pero, a su llegada, él o los autores ya habían huido del lugar. Fue entonces cuando pudieron corroborar que uno de los grandes cristales de la parte trasera de la biblioteca, junto a la puerta que da acceso a la segunda planta y que permite también el ingreso al yacimiento arqueológico de Huerta Rufino, había resultado dañado. Tras las consultas respectivas, los
bomberos procedieron a romper y retirar la cristalera por completo ya que el estado en el que había quedado podía suponer un peligro. Habitualmente este tipo de cristales no se rompen con facilidad, así que el autor o autores debieron golpearla con un objeto contundente que se desconoce. Desde la biblioteca su director, José Antonio Alarcón, explicó a El Faro de Ceuta que se trata de una cristalera doble, lo que significa que tiene una cámara de aire en su interior, y por suerte solo se rompió el cristal exterior. Es decir, el edificio permanece cerrado aunque desde la dirección comentan que se tratará de reponer el cristal roto a la mayor brevedad. “Los bomberos remataron porque aunque esos cristales no suelen desprenderse con facilidad, al final la situación en que estaba era peligrosa”, comenta. Fuentes de
la Ciudad informan también que posteriormente desde la Policía Local se dio aviso a Trace, cuyos trabajadores acudieron al lugar para realizar la limpieza de la zona y retirar todos los pequeños cristales.