Antonia Marín lleva años reclamando una parada de autobús que le permita trasladarse desde su vivienda en la carretera de acceso al Hacho, concretamente en la zona alta del Sarchal, hasta el centro. A sus 93 años cuenta con una movilidad reducida y no cuenta con otro medio de transporte para poder trasladarse en libertad sin depender de nadie más.
Tanto ella como su hijo, José Antonio, mantiene esta lucha contante sin que hayan tenido aún una respuesta de la Ciudad. La mujer cuenta con solicitudes que datan desde el 2014, todas ellas registradas ante la Administración local y pese a ello, no se ha contemplado aún la ubicación de esta parada que según esta familia, no sólo la beneficia a ella, sino a muchos más vecinos que residen en esta zona cuya población ha ido en aumento.
Si en su día se instaló una parada en la parte baja del Sarchal, no entiende por qué no pueden instalar otro poste, alargando un poco más el recorrido, para beneficiar a la población que ahora debe de recorrer un largo tramo a pie para poder coger el autobús.