El trinomio del Grupo de Regulares nº 54 de la Comandancia General de Ceuta (Comgeceu) lució el nombre de la ciudad en el segundo puesto de su categoría al completar con éxito la prueba del Desafío de Melilla en una hora, trece minutos y 22 segundos, un logro que supuso un gran orgullo para los participantes.
El soldado Nordin Mohamed, el cabo Miguel Albarracín y el soldado Haron Ahmed componen este trinomio que, aunque en la clasificación general ocupó el segundo puesto, haciéndose con la medalla de plata, en término militares obtuvo el primer puesto en esta vara de medida.
Un auténtico orgullo
Los participantes trasladaron a El Faro el auténtico honor que suponía para ellos exponer el nombre de Ceuta allá donde van. En este caso, el soldado Nordin Mohamed ha hablado de la importancia de este resultado tanto “por nuestra ciudad como por la unidad de Regulares”.
Asimismo, el soldado Haron Ahmed ha resaltado que supone un orgullo llevar a Ceuta al podio “ya que somos ceutíes, caballas y siempre cuando salimos a representar a la ciudad o a la Unidad estamos orgullosos de ello”.
Por otro lado, el cabo Miguel Albarracín ha destacado el placer de dejar sello ceutí y la satisfacción de conseguir una victoria dada la preparación previa que conlleva.
Mentalidad ganadora
Poder celebrar una victoria depende en gran medida de la mentalidad del grupo a la hora de enfrentar la prueba y los integrantes de este trinomio tenían claro que para ello había que construir un pensamiento ganador.
“La mentalidad era intentar mantenernos en la parte más alta de la carrera. Justo el día anterior, en el viaje hacia Melilla, estuvimos viendo los obstáculos, el recorrido y hablando de cómo se nos podía dar, en qué parte nos tendríamos que ayudar los unos a los otros y qué era lo que se daba a uno mejor que al otro para intentar recortar segundos”.
Pasada la barrera de construir una mentalidad ganadora, tocaba enfrentarse al Desafío, ¿Encontró el trinomio retos complicados durante el trayecto? Claro que sí, pero eso no supuso un impedimento para hacerse un hueco en el podio.
La adversidad
La prueba de fuerza que consiste en empujar una rueda, una calcomanía del ‘Desafío de los 300’ de Regulares de Ceuta, fue uno de los obstáculos más complicados para este trinomio, acostumbrado a pruebas más orientadas a la carrera.
Continuando en la adversidad, cabe mencionar ‘la vuelta’, en la que “había complicaciones en el terreno. “Nos costó un poquito más”, ha agregado Ahmed.
“También había una subida en la cual, antes de ella, había una prueba que requería nadar con un tronco y salíamos empapados, llenos de arena y hubo muchas complicaciones en esta subida”, ha relatado
Anécdotas
Enfrentar el ‘Desafío de Melilla’ debía dejar alguna anécdota para contar a la vuelta y así ha sido. Los integrantes de este trinomio del Grupo de Regulares nº 54 que enfrentó esta complicada prueba cívico-militar han contado cómo consiguieron pasar -sorprendentemente- la prueba que enfrentaban con más miedo “a la primera”.
“Era una prueba de baloncesto que no habíamos ensayado. Una cesta y una canasta. Debíamos encestar el balón y nosotros íbamos con la mentalidad de que fallaríamos porque no teníamos práctica”, ha contado el cabo Albarracín.
“A la primera”
Pero, a pesar de los pensamientos negativos fruto de la adrenalina de la carrera y del desgaste físico, el cabo del Grupo de Regulares se plantó frente a la cesta y encestó la pelota a la primera. Un suceso que jamás habrían imaginado. Este hecho sirvió para recibir una bonificación en el tiempo y continuar con más ganas.
Aunque esta no fue esta la única anécdota que quedó en Melilla. Era la primera vez que este trinomio competía conjuntamente, haciéndose con la victoria en su primera intervención juntos.
Un sacrificio previo
Es fácil celebrar un triunfo, pero todos ellos esconden un sacrificio detrás. El Grupo de Regulares nº 54 de Ceuta centró sus esfuerzos de forma individual para llegar con el físico adecuado a la prueba que debían afrontar.
“El soldado Nordin, por ejemplo, entrena para el concurso de patrulla y orientación; el soldado Haron, cross y el pentatlón militar; y yo estoy con cross y el triatlón”, ha detallado el cabo Albarracín.
El capitán Ibisate: “Hay hermanamiento”
Para finalizar, el capitán del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, Luis Ibisate, quien viajó hasta Melilla en calidad de jefe de equipo de la representación de Regulares de Ceuta al ‘Desafío de Melilla’, ha valorado muy positivamente la hermandad establecida entre ambas ciudades.
“Es una prueba que une mucho, ellos vinieron a Ceuta en el Desafío de los 300 y ahora nosotros hemos participado en su prueba reina, que es muy similar a la prueba que hacemos nosotros en Ceuta”, ha recalcado el capitán Ibisate.
“Unos fuera de serie”
Asimismo, ha recordado que fueron varios equipos los que se desplazaron desde la Unidad de Regulares de Ceuta hasta Melilla, y “por suerte, uno de ellos se llevó un trofeo”.
También ha resaltado Ibisate el hándicap adherido que presentaba esta prueba: “Volvíamos del verano y no hemos podido entrenarla como solemos hacer para Los 300”, una circunstancia que no supuso obstáculo alguno para el trinomio del GREG-54, quienes, según el capitán de Regulares, “son unos fuera de serie y con la formación física del día a día se han llevado el primer puesto en lo militar”, siendo el segundo en la clasificación general, donde también entran civiles.
“Fue un privilegio y un honor representar al equipo y el sentimiento que supone participar en la prueba de Regulares de Melilla, que como he dicho antes, es nuestra unidad hermana”, ha finalizado el capitán del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54.
El espíritu de las Tropas Moras, siempre presente en nuestros Regulares.